Tan vertiginoso como el regreso a su ciudad natal, el ex ministro de Seguridad porteño y actual diputado nacional, Guillermo Montenegro, dará el próximo viernes 6 de abril el primer paso hacia su candidatura a la Intendencia de Mar del Plata. Será a las 19 en el Gran Hotel Dorá de “La Feliz”, en el marco del lanzamiento de la Fundación Pensar en el distrito.

El otrora postulante en el municipio de San Isidro, viene desplegando desde su regreso a las arenas marplatenses –hace tres meses- una batería de actividades tendientes a desempolvar su credencial de NyC (Nacido y Criado) para posicionarse como una figura potable de cara a 2019. Para ello corre con el caballo del comisario: la estructura nacional y provincial del PRO lo respalda y, fundamentalmente, María Eugenia Vidal, quien desde los días de campaña en 2017 colocó a Montenegro a su lado en actos y recorridas por la ciudad balnearia más popular de la provincia de Buenos Aires.

Tal es así que, según pudo saber Letra P, el también ex embajador en Uruguay ya se muestra como el candidato de la gobernadora ante los empresarios marplatenses. Por lo pronto, ya cuenta con un armado local de extracción PRO. En el acto que se desarrollará el 6 de abril, Montenegro estará acompañado por el titular de la Fundación Pensar marplatense y par de bancada en el Congreso, Juan Aicega, hombre que reporta a las huestes del titular de la Cámara baja, Emilio Monzó. También asistirá la diputada larretista Carmen Polledo.

Y siguen las firmas en respaldo al incipiente candidato: Jorge Macri también apoya el lanzamiento de Montenegro, a través de una dirigente local de su riñón, la funcionaria del Ministerio de Desarrollo Social, Florencia Ranellucci. En efecto, se espera que la gestión de Vicente López funcione como un Think Tank que nutra de ideas a la hora de moldear el proyecto municipal del incipiente postulante. En tanto, también aparece entre las adhesiones Lucas Fiorini, actual senador bonaerense por Cambiemos que reporta al ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre.

Ésta, no es una apuesta más de Vidal. Mar del Plata, además de ser uno de los bastiones clave de la provincia, es el distrito regido por el jefe comunal de Cambiemos que más dolores de cabeza acarreó a la Gobernación: Carlos Fernando Arroyo. Corrido de escena desde hace un año cada vez que Vidal desembarca a la ciudad, el intendente melancólico de los años de plomo lejos está de desistir de su manifiesta intención de ir por una reelección. Sin embargo, la lapicera vidalista que tachó la compulsa interna en 2017, ya comienza a dar sus primeros trazos gruesos de cara a 2019, y allí Arroyo no es contemplado.

Con envíos de emisarios, intentos de intervención en la política municipal y auxilios financieros, desde la Provincia buscaron acercar inicialmente posiciones con el mandamás local. Pero las incesantes declaraciones polémicas y los constantes conflictos con los empleados municipales, alejaron definitivamente al hombre del piloto azul de los planes futuros del vidalismo para Mar del Plata.

Tal es el cortocircuito actual entre las partes que, una vez instalado Montenegro como posible contrincante futuro con la venia oficial, Arroyo no tardó en declarar la guerra: “A mí nadie me va a mandar ningún Virrey, absolutamente nadie”. Mientras en su entorno advierten con la materialización de la ruptura de no permitírsele jugar el año que viene bajo el sello de Cambiemos: “Arroyo, por afuera, se lleva 15 puntos”, señalaron a Letra P.

Pero el actual jefe comunal no sería el único excluido de consolidarse la predilección vidalista por Montenegro. Franco Bagnato –que obtuvo el triunfo en la Quinta Sección en 2017- supo ser medido en encuestas el año pasado. También quedaría relegado el hoy jefe de bloque de Cambiemos en la Cámara baja bonaerense, Maximiliano Abad, el cual ya había declarado a este medio en 2016 su deseo de alcanzar la Intendencia. Pero, sin dudas, a quien golpearía más fuerte esta decisión de Vidal es a Vilma Baragiola. La radical tiene el sillón municipal en la mirada desde hace más de una década pero, a pesar de estar siempre merodeándolo, nunca lo pudo alcanzar.

En la mesa chica del frente de Gobierno no dejan de considerar que Baragiola tiene “un piso alto pero un techo bajo” -insuficiente para retener la comuna-, luego del escándalo por presunto pedido de coimas al gremio de Camioneros en los que su figura se vio directamente involucrada. Asimismo, la actitud de la radical, post triunfo en 2017, de inundar la ciudad de afiches con su imagen acompañada de la de Macri y Vidal y con la leyenda “Gracias”, cayó muy mal en la estructura de Cambiemos por considerarse como un manifiesto intento de pegar únicamente su imagen –con miras a 2019- a una victoria para la que trabajaron múltiples extracciones de la alianza gobernante.

Así dadas las cosas, Montenegro ya asoma como el candidato de Vidal. Su carrera hacia la Intendencia local, la estará largando el 6 de abril.