Vidal y los docentes negocian contra reloj

Vidal y los docentes negocian contra reloj

Se reunirán la semana próxima tras el rechazo gremial del 18%

Apremiada por el calendario y dos semanas después de haber formalizado su oferta, la gobernadora María Eugenia Vidal volverá a convocar la semana que viene a los gremios docentes de la provincia de Buenos Aires para intentar avanzar en la paritaria y evitar que un paro trunque el comienzo de clases en este año electoral.

La cita, aún sin fecha, se dará en medio de un clima hostil. Los sindicatos cuestionaron que el gobierno nacional ya no intervenga más en la negociación con los maestros. Además fustigaron a la gobernadora por no realizar movimiento alguno después de haber ofrecido la suba del 18% en cuotas trimestrales de 4,5%, una propuesta que los gremios docentes rechazaron enseguida.

La reapertura de la negociación salarial se dará cuando faltan apenas 10 días hábiles para el inicio de las clases, previsto para el 6 de marzo. La discusión bonaerense podría servir como caso testigo para otras provincias que afrontan panoramas similares.

La decisión de Vidal de volver a sentarse a la mesa con los gremios responde a más de un motivo. El más evidente es la inminencia de la fecha fijada para que unos 3,3 millones de alumnos bonaerenses, y los del resto del país, vuelvan a las aulas. Dos semanas pueden ser poco tiempo para acercar posiciones entre un gobierno decidido a no moverse un centímetro del 18% que ya propuso y un conjunto de gremios que reclaman un aumento del 35% y que ya advirtieron que si no se contempla esa suba y si la Casa Rosada sigue fuera de la negociación, habrá paro.

Durante las últimas dos semanas, el gobierno de Vidal apostó a que hubiera movimientos en la paritaria de alguna otra provincia, sobre todo de las que, por su la fuerte incidencia de la matrícula escolar, afrontan panoramas similares al bonaerense, como Córdoba, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires. La falta de novedades en esos distritos obligó a la administración bonaerense a mover sus fichas.

Click Aqui

Mientras esperan la convocatoria formal, los gremios, con el Suteba a la cabeza, tensan el conflicto. "Miles de docentes le dicen a la gobernadora que esto no es una guerra. Debe llamarnos. En dos días de jornadas en las escuelas y en reuniones de delegados, 300.000 maestros de seis gremios rechazaron el techo salarial", advirtió ayer el jefe de Suteba, Roberto Baradel. Unos días antes, había sido más duro: "Si el Gobierno deja la hostilidad, hay posibilidad de que empiecen las clases".

¿Qué ofrecerá Vidal? ¿Qué cambió en la estrategia en las últimas dos semanas de quietud oficial y advertencias de los sindicatos? Además del obvio paso del tiempo, en La Plata (y en la Casa Rosada) tomaron nota de que, además de la amenaza de que se pierdan días de clase en el comienzo de un año electoral, no pueden exponerse al desgaste de un conflicto como el que el gobierno nacional mantuvo con los bancarios hasta anteayer.

Por eso, la estrategia que por estas horas esbozan en los despachos bonaerenses, tiene puntos de contacto con la que destrabó la puja con la Asociación Bancaria. Eso sí, a diferencia de lo que ocurrió en ese caso, sería sin ceder ni un solo punto en el techo salarial de 18%.

Se estudian alternativas que puedan convencer a los docentes sin tocar el 18%, como cambiar la distribución de los tramos del aumento (hasta ahora están previstos para enero, abril, julio y octubre), y reducir los componentes no remunerativos del salario, es decir, las sumas que se abonan en negro y por las que el Estado no paga cargas sociales.

Además, el ministro de Educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro, volverá a destacar el hecho de que la oferta incluye una cláusula gatillo por la que si durante algún trimestre del año la inflación superara el 4,5% el salario se ajustará según el índice de precios que calcula el Indec.

Por otro lado, el gobierno bonaerense quiere plantear una división entre el 25% que piden los gremios por la previsión de inflación que hacen para este año y el 10% que suman para compensar la del año pasado. "El 25% lo tienen garantizado por la cláusula de monitoreo que se aplicará automáticamente y de manera retroactiva. No hay manera de que el salario pierda poder adquisitivo. Es la primera vez que [la cláusula] está taxativamente planteada", argumentó ante LA NACION un funcionario que sigue de cerca la puja con los maestros.

Así las cosas, el gobierno bonaerense intentará acortar distancias en la discusión de la recomposición por la inflación del año pasado. "No son 10 puntos, como dice Baradel, sino dos. La paritaria del año pasado cerró en 34,6 y la inflación fue de 36,5%", agregó el funcionario. Buenos Aires calculó su inflación del año pasado a partir de un índice que elabora el Banco Central. Se reabre así otro capítulo de la pelea salarial. El resultado es aún una incógnita.

Comentá la nota