Vidal le dio la construcción de un barrio al empresario que hundió el 'Titanic'

El gobierno de María Eugenia Vidal sigue premiando con jugosos contratos de obra pública provincial a empresarios implicados en hechos fraudulentos o de corrupción. En Necochea le entregó la construcción de un barrio de 100 viviendas a Pascual Mammoliti, el constructor del tristemente célebre Titanic.

 

La construcción la lleva adelante la empresa Covine, en un predio propio ubicado en avenida 98 y calle 83, donde funcionara hasta hace unos meses la planta hormigonera de Mammoliti, titular de la empresa Tauro SA, encargada de la construcción del barrio del Plan Federal de Viviendas 6, conocido como ‘el Titanic’, al comenzar a hundirse a pocos meses de la entrega de las viviendas.

La obra tiene un presupuesto asignado de casi 108 millones de pesos, es decir 1,8 millones por vivienda. Se trata de viviendas unifamiliares, tipo dúplex que aún no tienen asignados adjudicatarios. Según se informó, la adjudicación se hará desde el Instituto Provincial de la Vivienda bajo criterios desconocidos hasta el momento.

Historial de corrupción

Apenas pasados unos pocos meses de su construcción, cuando los vecinos se estaban haciendo a la idea de que el sueño de la casa propia ya era una realidad, comenzaron las primeras denuncias de que las casas del Barrio Plan Federal 6 se estaban hundiendo como el Titanic. Fue durante la gestión del radical Daniel Molina en el año 2007.

Los informes indicaban que la empresa Tauro SA, propiedad de Pascual Mammoliti, no había respetado el plan de obra exigido en el pliego licitatorio. En el terreno donde se construyeron las viviendas existían los silos subterráneos de la Junta Nacional de Granos y estas cavas fueron rellenadas con basura, autos viejos, gomas y elementos contaminantes.

Según se pudo saber a través de informes realizados por la prensa, el municipio firmó las certificaciones correspondientes a fines de que la Empresa Tauro SA pudiera cobrar sin realizar las certificaciones pertinentes.

El Concejo Deliberante, copado por la mayoría radical, más allá de un tibio pedido de informes, no levantó la voz aunque el escándalo tomara proporciones nacionales.

A los pocos días, en conferencia de prensa y a través de comunicados oficiales, el entonces intendente Molina rodeado de funcionarios y concejales, entre los que se encontraba Alberto Esnaola, anunciaba que Tauro SA asumía la responsabilidad de lo sucedido y correría con los gastos de reparación de aquellas viviendas sin riesgos estructurales y la reconstrucción de las 32 viviendas más afectadas.

Tiempo después se anunció con bombos y platillos que el gobierno nacional enviaba a Necochea los fondos para la reconstrucción del Barrio Titanic, denominado 6 bis. Aparecían en escena las fotos de Horacio Tellechea junto a Roberto Porcaro como los “gestores” del milagro.

Nadie explicó por qué no se cumplía el acuerdo firmado con Tauro SA en el que la empresa asumía la total responsabilidad y los costos de la obra.

La empresa Tauro SA realizó jugosos aportes a la campaña electoral de los Kirchner y se los premió con más obra pública, la reconstrucción del barrio Titanic. Nadie cuestionó que se le entregara esta obra sin llamado a licitación previo; una primera etapa iniciada en la gestión radical y continuada bajo la gestión Tellechea.

Esta historia vuelve a tomar estado público a partir de la desaparición de casi 2 millones de pesos durante la gestión del destituido Horacio Tellechea, esta vez denunciado por Alberto Esnaola y el bloque radical.

En el marco de la Comisión de Viviendas del Concejo Deliberante desde el Departamento Ejecutivo confirmaron que en 2012, arribaron a las arcas municipales alrededor de 2 millones de pesos para finalizar la construcción de las viviendas y este no fue destinado en su totalidad para tal fin.

Estos valores llegaron a Necochea para concluir un barrio con 32 viviendas, pero sólo fueron entregados a la empresa 400 mil pesos. El envío fue realizado a los efectos de subsanar los inconvenientes de corrupción en el Barrio Nº 6. En el camino se perdió 1 millón de pesos.

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