Acompañan a estas noticias unas paritarias que parecieran ser más esquivas que nunca, donde los gobiernos nacional y provincial comienzan, una vez más, a ceder posiciones ante la embestida de los trabajadores; y una economía provincial que sigue esperando el famoso repunte, como se esperaba eternamente la llegada de los tártaros en el desierto.

Todo esto afecta naturalmente la posición de María Eugenia Vidal como supuesta salvadora de Mauricio Macri. La incógnita que se forma lentamente entre su electorado es quién la salvará a ella. Para esto, ha exigido a su gabinete el comienzo de un ciclo de actividades frenéticas.

Federico Salvai, esposo de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, parece ser el primero que se plegó a estas órdenes. A través de tres decretos publicados en el Boletín Oficial, se llevó a cabo la designación de dos nuevos funcionarios en puestos claves del gobierno de la provincia de Buenos Aires.

En primer lugar, a través del decreto número 94 con fecha del 13 de febrero de 2017, la jefatura de Gabinete de Ministros a cargo de Salvai designó al contador Abelardo Gregorio Harbin en Contaduría General de la Provincia, en el cargo de Contador Mayor, con rango y remuneración equivalente a Subsecretario.

Por otra parte, a través del decreto número 95 con la misma fecha, se aceptó la renuncia de Luis Augusto Raffo al cargo de Director de Planificación y Gestión de Calidad, en Asesoría General de Gobierno.

Finalmente, se designó a Lucía Cecilia Mazzitelli en el cargo de Responsable del Área de Fortalecimiento y Desarrollo Intercultural del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas (CPAI). Dicho trabajo tendrá que desarrollarse dentro del área de la subsecretaría de Promoción de Derechos Humanos, en la dirección provincial de Capacitación. Por dicho trabajo, Lucía Mazzitelli recibirá rango y remuneración equivalente al cargo de director.