Vidal busca que la Nación le compense el traspaso de los subsidios

Vidal busca que la Nación le compense el traspaso de los subsidios

El gobierno de María Eugenia Vidal busca que la Nación compense el bache fiscal que le generará la transferencia del costo de los subsidios a la energía y el transporte, estimados en unos $25.000 millones para 2019. La ayuda llegaría de manera directa, por fuera del presupuesto que se discute en el Congreso. Aunque el ala política del equipo de Vidal mira con optimismo el resultado final de esas negociaciones, los funcionarios técnicos dicen no tener señales alentadoras de la Casa Rosada.

 

La herramienta conocida hasta ahora, porque la gobernadora la planteó ante el resto de los mandatarios provinciales, pasa por actualizar por inflación el Fondo del Conurbano: tanto los $40.000 millones que le corresponden este año como los $65.000 millones que debería recibir en 2019. Por medio de esa indexación, Vidal aspira a conseguir unos $19.000 millones.

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El monto no alcanzaría para tapar el bache de $25.000 millones, pero sobraría para detonar las negociaciones por el presupuesto con los gobernadores del PJ y, en particular, con los más cercanos al Presidente, que impulsaron la idea de que Buenos Aires absorba la mayor parte de los $100.000 millones de déficit que la Nación les trasladará a las provincias en 2019.

El camino parlamentario para acceder a esos $19.000 millones parece hoy descartado: implicaría que los legisladores que responden a los gobernadores avalen que mientras con una mano Buenos Aires acepta de la Nación el costo de los subsidios al transporte y la energía, con la otra recibe el cheque para saldarlos.

La herramienta tampoco aparece contemplada en el proyecto de presupuesto 2019. Así quedó en claro anteayer en el Congreso, cuando el diputado Diego Bossio (Bloque Justicialista) preguntó si el artículo 68 de la iniciativa, que faculta a la Secretaría de Hacienda a "dictar normas complementarias y/o aclaratorias" para cumplir con el Fondo del Conurbano, abría una ventana para actualizarlo por inflación.

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"Oficialmente, la respuesta del secretario Rodrigo Pena fue que no", le recordó Bossio aLA NACION. Por sus ambiciones políticas, hubiera preferido escuchar lo contrario.

Otra alternativa sería que los $19.000 millones sean introducidos en el presupuesto durante la negociación parlamentaria. "Es inviable. La Nación debería repartir otros $20.000 o $30.000 millones en el resto de las provincias. Esa plata no está", graficó un legislador de Cambiemos abocado al trabajo presupuestario.

Así, el único camino disponible sería el de una transferencia discrecional, a través de un decreto presidencial. Ya ocurrió: en enero de 2017, días después de que el Congreso votara el presupuesto -tras una trabajosa negociación entre Cambiemos y el PJ-, los gobernadores opositores se enteraron de que la Casa Rosada había decidido girar $25.000 millones a Vidal, para compensar lo perdido por el Fondo del Conurbano.

Fue en las vísperas de otro año electoral. Los gobernadores estallaron en críticas. Pasó.

Un sector minoritario de Cambiemos y los peronistas que suelen dialogar con Vidal agregan un elemento de tensión a esta trama. En rigor, vuelven a ponerlo sobre la mesa. Dicen haber escuchado que el pedido de fondos de Vidal choca de frente contra el bloque que en la Casa Rosada encarna el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Vale una aclaración: nadie más que esos peronistas desea ver estallar la relación entre Vidal y Peña.

En la Casa Rosada rechazan esas lecturas. Pero no dan por hecho que Vidal reciba la asistencia que pretende. Confirmarla, claro está, atentaría contra la negociación en el Congreso. De los ministerios involucrados en la conversación, el flanco más optimista lo encarna la cartera de Interior, que conduce Rogelio Frigerio, donde consideran "razonable" el pedido de la gobernadora.

La inflación: origen del reclamo

El origen del reclamo de Vidal surge del Consenso Fiscal firmado en noviembre de 2017 por Macri y la mayoría de los gobernadores, que eliminó el tope de $650 millones de pesos que pesaba sobre el Fondo del Conurbano desde 1996. La inflación había distorsionado ese tope fijado durante la convertibilidad, hasta el punto de que en 2017 Buenos Aires recibió menos del 2% del fondo, que se repartió entre las demás provincias.

En el Consenso Fiscal se acordó compensar a la provincia de Buenos Aires con 21.000 millones de pesos en 2018 y 44.000 millones de pesos en 2019. También se estableció que esas partidas se iban a actualizar por inflación, pero a partir de 2020.

Por otra vía, mediante asignaciones específicas del Tesoro, la Casa Rosada envió a la provincia otros $19.000 millones en 2018 y $21.000 millones en 2019. Así, Vidal redondeó $40.000 millones en 2018 y $65.000 millones para 2019.

No es que Vidal no recibiera antes una compensación similar y que, de golpe, sumara todos esos recursos: lo que la gobernadora logró a partir del Consenso Fiscal fue que las transferencias discrecionales que venía recibiendo de la Casa Rosada se institucionalizaran y dejaran de ser parte de la discusión política con el resto de los gobernadores.

Los montos eran mucho mayores, pero seguía siendo un tope nominal al Fondo. Eso quedó en claro cuando la inflación no fue del 10% en 2018 (superará los 40 puntos) ni de 5% en 2019 (el presupuesto prevé un 23%), como proyectaba Cambiemos en 2017.

 

 

"El pedido de $19.000 millones surge de esa diferencia entre las expectativas inflacionarias y lo que ocurrió", sostienen en el equipo de Vidal. Afirman que tanto la Casa Rosada como los gobernadores, aunque digan lo contrario, comprenden y comparten sus argumentos. Resta ver si los convencen.

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