Vidal apuesta al interior de Buenos Aires para ganarle a Massa

Vidal apuesta al interior de Buenos Aires para ganarle a Massa

Quieren achicar el margen de la derrota que prevén el Conurbano, con un batacazo en las zonas rurales.

Tratar de acortar la distancia en el Conurbano y golpear en el interior. Esa es la consigna repetida en las mesas políticas del gobierno de María Eugenia Vidal cuando diagraman la elección en la provincia de Buenos Aires, principal vidriera de las legislativas del año próximo.

No será una parada fácil para Cambiemos, que en el ballotage de noviembre perdió en Buenos Aires con paliza en algunos distritos del Conurbano como La Matanza. Sólo con el aporte de Córdoba, Macri compensó ese traspié y pudo ser presidente.

 

La gestión nacional no ayudó al Gobierno a conciliarse con la franja de la población que no votó a Macri, ahora golpeada por los tarifazos y la recesión, situaciones que difícilmente se salden del todo el año próximo.

En la Rosada se conforman con ganar la provincia "por un voto". Saben que ese resultado no les permitiría conseguir mayoría en Diputados, pero al menos no condenaría a Macri a una derrota con impacto en los dos últimos años de su mandato.

 

“En la tercera sección perdemos feísimo, pero tal vez podamos emparejar en la primera”, evalúan también en la Casa Rosada, donde ya se conforman con ganar la provincia “por un voto”. Ese escenario no les permitiría conseguir mayoría en Diputados, pero les evitaría de una foto de la derrota que pueda condicionar los dos últimos años de Gobierno.

 

En el Conurbano votan dos terceras partes del electorado bonaerense y fue el motor del peronismo para triunfar en la provincia de Buenos Aires durante 28 años.

 

La tercera sección electoral agrupa el sur de esa franja, con un padrón de 4.410.629. Su carta fuerte es La Matanza, donde votan más de 1 millón de personas y Cambiemos perdió por al menos 20 puntos en todas las instancias electorales del año pasado.

 

La primera sección electoral comprende el norte y el oeste del Conurbano, con 4.324.770 electores y una tradición peronista (sobre todo en el llamado segundo cordón) que viene sucumbiendo en las últimas elecciones legislativas.

 

En esa zona Francisco De Narváez terminó casi empatado con Néstor Kirchner en 2009, cuatro años más tarde Sergio Massa destrozó a Martín Insaurralde y Vidal le ganó en casi todos los distritos a Aníbal Fernández.

 

Si Massa compite y hay otro candidato PJ en juego, Cambiemos puede aspirar a una victoria estrecha o empate en la primera. Un aporte a esa estrategia es Jorge Macri, intendente de Vicente López y posible candidato a diputado nacional, con campaña en las redes sociales ya lanzada. 

 

Para senador se posiciona Esteban Bullrich, pero a diferencia de otras épocas, al PRO no le importan tanto los nombres porque entienden que siendo Gobierno el electorado evaluará la gestión.

Vidal, cuya imagen en la Provincia sigue en alza pese a los tropiezos de Macri, se cargó la elección al hombro con el lanzamiento de una mesa bonaerense, con el monitoreo de Marcos Peña. Espacio que aspira a reflotar la mística de Cambiemos, aunque tiene evidentes ríspideces con el armado más tradicional que encabeza Jorge Macri con su "Foro de Intendentes" y con el propio Emilio Monzó, hoy marginado de la provincia.

 

Estudioso de las encuestas, Marcos Peña sabe que la gobernadora será clave para que Cambiemos vuelva a imponerse en el interior de Buenos Aires, donde los 3.695.732 electores permitieron su consagración como gobernadora y pintaron de amarillo la mayoría de las intendencias.

 

El Gobierno aspira a repetir la elección para gobernador en la 5ta sección electoral, que tiene más de un millón de habitantes con Mar del Plata y Bahía Blanca, donde Vidal aplastó y pintó de amarillo la mayoría de las intendencias.

Vidal aplastó en la 5 sección, donde votan 1.176.875, casi la mitad en Mar del Plata, histórico bastión antiperonista. También en Bahía Blanca, eje de la sexta, territorio rural y portuario.

 

En la 8va, ganó por escaso margen en La Plata, también con casi medio millón de habitantes y un microclima particular, por la preeminencia de empleados públicos que evalúan la gestión del gobernador más que la mayoría de los bonaerenses.

 

El resto de la provincia está cubierta de pueblos rurales favorecidos por la baja de las retenciones y la devaluación, siempre reacios a la marcha peronista.

 

Ignorados cuando el peronismo definía su triunfo en el Conurbano, la importancia del electorado chacarero explica el coqueteo de Margarita Stolbizer, cuyo capital electoral siempre estuvo lejos del Gran Buenos Aires y sobre todo en las legislativas.

 

Con ella, Massa puede desperonizarse ante los chacareros y definir la elección. Y para Cambiemos sería el golpe de gracia que le permita ganar por un voto. Hasta marzo o abril, la diputada seguirá escuchando ofertas. 

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