El gobierno de Carlos Arroyo no tiene un día de paz. Tras el escándalo que generó el propio intendente visitando una escuela municipal con la policía local para intimidar a los directivos, hoy sumó otra jornada de críticas por desaciertos propios.

 

Ocurre que para sorpresa de todos y sin dar explicaciones, el jefe comunal dispuso “echar” al Jefe de Compras del municipio, Oscar Rossi a pesar que esa facultad la tiene exclusivamente el Concejo Deliberante. Ante esta insólita situación, los ediles de la oposición explotaron.

 

El propio concejal José Reinaldo Cano, denunció que “la dirección de Compras y Suministros hace observaciones. Parece que eso en algunos miembros del Ejecutivo y en el intendente propio molesta”.

 

Ante el nuevo escándalo en puerta, el oficialismo buscó aprobar el pedido de Arroyo para aprobar la salida de Rossi. Sin embargo los concejales se plantaron y exigieron la presencia del secretario de Gobierno, Alejandro Vicente.

 

Tras varios minutos de discusión e idas y vueltas, Vicente tuvo que bajar al recinto y se generó una especie de interpelación. Hacía tiempo que un funcionario del Ejecutivo no “bajaba” al recinto para dar explicaciones. La gestión de Arroyo tuvo que afrontar ese desgaste político tras un año y monedas de gestión.

 

Vicente llegó al recinto sin demasiados argumentos y sin ningún tipo de apoyo político. Una vez más debió poner “la cara” para defender al gobierno comunal, generando un enorme desgaste a su figura. “La intención del intendente es regresar a Rossi a su puesto original de Jefe de Departamento”, argumentó Vicente. Al final el secretario de Gobierno salió bastante bien parado.

 

Finalmente Vicente se llevó una recomendación del Cuerpo para que el intendente Arroyo revea la decisión de echar a Oscar Rossi. Mientras tanto los ediles decidieron citar a Rossi para que realice su descargo.