La viceministra de Trabajo puso en marcha la sede del gremio de empleados de casas particulares

La viceministra de Trabajo puso en marcha la sede del gremio de empleados de casas particulares
Ayer por la mañana, la viceministra de Trabajo de la Nación, Noemí Rial, cortó las cintas de la flamante sede local de la Unión de Personal Auxiliar de Casas Particulares (Upacp), un anhelo de muchas trabajadoras que no encontraban respuestas en Tandil ante la falta de cobertura en salud. En las oficinas de Rodríguez 1012 también funciona la obra social del gremio (Ospacp).
Del acto también participaron el subsecretario de Fiscalización del Trabajo y la Seguridad Social Guillermo Alonso Navone; la presidenta del Tribunal de Casas Particulares Paula Jaureguiberry; la asesora de la ministra Verónica Carpani; el director de la Regional Pampeana del Ministerio de Trabajo Jorge Schuster y la delegada de la Regional Tandil Liliana Ferreyra. En representación del gremio, desembarcaron Lorenza Benítez de Gómez y Carlos Brassesco.

Como invitados, se sumaron el director regional de la Zona VIII del Ministerio de Trabajo provincial Juan Silveyra y el delegado regional César Sosa, además de los concejales del Frente para la Victoria Fernando Rossi y Pablo Bossio.

En diálogo con El Eco Multimedios, Noemí resaltó la importancia de la reforma de la legislación que databa de la década del ‘50 y no le otorgaba a los trabajadores domésticos derecho alguno. En cambio, se logró sancionar una norma progresista con respecto a otros países.

La ley y su decreto reglamentario, considerados de avanzada a nivel mundial “garantizan a este colectivo laboral -aunque parezca irónico en el siglo XXI- el aguinaldo, las vacaciones, la posibilidad de tomarse las señoras la licencia por maternidad paga, el derecho a la asignación familiar. Esto es lo que de alguna manera les estaba negado”.

La funcionaria nacional sostuvo que la normativa logró equiparar la situación del personal de casas de familia con el resto de los trabajadores, incluida la cobertura de la obra social y el seguro de riesgos del trabajo, ya que en los próximos días las empresas presentarán sus proyectos.

Rial destacó que “la inscripción de una trabajadora no cuesta más para el empleador de 130 pesos. Ya hace dos años se estableció un régimen de una alícuota muy baja con la idea de lograr que todas esas trabajadoras y trabajadores estén inscriptos”.

Reclamos escuchados

La viceministra sostuvo que el doctor Jorge Schuster “ha hecho una tarea excepcional” y remarcó que “se encontró con un grupo de señoras, de trabajadoras de casas particulares, que marcaban que no había en la zona una sede del sindicato donde pudieran evacuar consultas y donde fueran atendidos sus requerimientos”.

A partir de estos reclamos, el ministerio entró en contacto con el gremio, en Capital Federal. “Tuvimos una respuesta inmediata del sindicato. Ellos hicieron el esfuerzo de instalarse, porque es un sindicato con recursos mucho más limitados que otros del país por las características de la prestación laboral y también por los ingresos de las trabajadoras. Sin embargo, han demostrado muchísima buena voluntad”, valoró.

Por otro lado, rescató que en la sede los trabajadores y empleadores podrán consultar las planillas salariales, ya que el sector no cuenta con negociación colectiva y el ministerio anualmente fija los valores de referencia por hora y por mes, de acuerdo a las categorías. “Pensamos que con la nueva ley vamos a llegar a un convenio colectivo”, afirmó.

Por último, destacó que la “idea es que en ese lugar se encuentren con la posibilidad de acceder a la obra social, con la información que necesitan, con la documentación que tienen que llenar; con la posibilidad de que el empleador pierda los temores y sepa como puede llenar por internet la inscripción de su trabajadora, de qué manera tiene que hacer los aportes, si es trabaja en tiempo parcial cuánto debe aportar”, etc.

La regularización

Con respecto a la situación general del empleo, Noemí Rial manifestó que “cuando llegamos al ministerio estábamos alrededor del 50 por ciento de trabajo no registrado; la mitad de la población activa no estaba registrada. Había una cultura del no registro, que el trabajador podía trabajar en esas condiciones precarias y no era mal visto por la sociedad, porque ese tema está acompañado por una fuerte economía informal. Es decir, el que no tiene economía informal no puede tener trabajadores sin registrar”.

La funcionaria recordó que en 2004 Néstor Kirchner lanzó un programa de registro de los trabajadores, acompañado por una reforma en las estructuras, agregando 400 inspectores en todo el país.

“Ustedes ven por la delegación Tandil que se ha mejorado muchísimo en infraestructura; se las ha dotado de vehículos porque en el interior del país no es sencilla una inspección, y además se implementó el inspector digital, que va con una netbook, verifica vía mail si ese trabajador está inscripto y si no está inscripto, labra el acta y cita ya al empleador para que se presente”.

El campo: “El núcleo duro”

En referencia a los operativos en el sector agropecuario, la viceministra explicó que “el trabajo rural es uno de los que nosotros llamamos núcleos duros todavía del trabajo no registrado, pero el Gobierno nacional ha establecido dos líneas. Primero, la inspectiva, que en algunos casos es casi escandalosa porque ha habido casos en que nuestros inspectores, conjuntamente con los del Ministerio de Trabajo de la Provincia y con la Afip, han sido perseguidos como en una película de cowboys por tratar de ver si estos trabajadores están o no inscriptos”.

En este sentido, destacó que el año pasado se sancionó la Ley para los Trabajadores Rurales, que contempla el carácter temporario de algunas tareas y brinda la oportunidad de inscribirlos como trabajadores permanentes, a quienes convocan todos los años para las cosechas, o transitorios, a quienes se les da un alta temprana, se tributa por los meses que están inscriptos y perciben un subsidio del Gobierno durante el resto del año.

“Además, la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio está trabajando en un tema muy importante. Ya ha firmado varios convenios de corresponsabilidad gremial, que permiten mediante una tarifa más baja de la que correspondería pagar por aportes y contribuciones normales, inscribir a sus trabajadores durante el período que los tiene trabajando, por ejemplo, en la cosecha. Eso permite que el trabajador el día de mañana se pueda jubilar, que era la gran asignatura pendiente de nuestros trabajadores rurales, y al mismo tiempo, el empleador paga recién cuando se le abona la cosecha”.

En cuanto a la frecuente resistencia de los jornaleros a estar en blanco, Rial indicó que los trabajadores se negaban a regularizar su situación en épocas en donde cobraban planes sociales y temían perderlos al aparecer inscriptos en el sistema. “Ahora con la Asignación Universal por Hijo ya Anses ha determinado que el trabajador que ingresa tiene el alta temprana y cobra la asignación familiar e inmediatamente que es dado de baja, cobra la Asignación Universal por Hijo sin ningún tipo de diferencia de tiempo”, remarcó.

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