Viajaron desde Ohio y él le propuso matrimonio en Cataratas del Iguazú

Viajaron desde Ohio y él le propuso matrimonio en Cataratas del Iguazú
Javier y Elyse viven en Ohio, Estados Unidos, y viajaron a la Argentina para asistir al casamiento de unos amigos en Buenos Aires. Él no dudó y aprovechando la estadía en el país, la invitó a conocer las Cataratas del Iguazú en Misiones. Pero además tenía un plan secreto elaborado: proponerle matrimonio en plena Garganta del Diablo, el principal salto de la Maravilla Natural del Mundo.
Y cumplió con el objetivo: hoy a la mañana, en el mirador frente a la caída de agua y con una guía de turismo como único testigo, fotógrafa y casi madrina, le dijo a su novia: -¿Do you want to marry me?, -¿Quieres casarte conmigo?. Y le obsequió y colocó el anillo de compromiso.

Javier Álvarez tiene 29 años y es costarricense. Elyse Adams, 24, y norteamericana. Ambos viven en Ohio y están de novios.

La tercera protagonista es la guía de turismo Deborah Gier, que vive en Iguazú. Ella los acompañó hasta el lugar de la propuesta matrimonial.

“Se contactaron conmigo a través de una agencia de Buenos Aires con la que trabajo y me contrataron para que les brinde los servicios de guía. Antes de salir, Javier me explicó cual era su plan, me pidió que les saque fotografías de ese instante, y además solicitó salir temprano. Quería llegar a la Garganta del Diablo con el primer tren para que no haya tanta gente”, contó Deborah.

Así fue que llegaron muy temprano, casi los primeros al balcón de la garganta del diablo, Javier y Elyse caminaron solos en el balcón del salto. “Ahí los dejé que se alejen solos, para darles el espacio e intimidad que requería la ocasión. Solo les saqué fotos con la cámara de ellos”, describió la guía.

Déborah agregó que “él le empezó a decirle cosas bellas. Javier se arrodilló, sacó el anillo, la tomó de la cintura, y le dijo en inglés: -¿Do you want to marry me?. Por supuesto que Elyse le dijo que si”.

“Fue un momento increíble. Ella se reía, me mostraba el anillo y me decía: -mirá, encontré algo. Estaban muy emocionados. Después tuvimos un regreso tranquilo y seguimos realizando todos los paseos. Sin dudas, fue una mañana distinta”, terminó contando Déborah Gier.

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