"El vernismo no me va a dejar gobernar", denuncia Jorge

"El vernismo no me va a dejar gobernar". Palabras más, palabras menos, la frase fue la que pronunció el gobernador Oscar Mario Jorge ayer a la tarde ante su tropa, a la que reunió en la residencia, ubicada sobre la avenida Eva Perón, en el ingreso norte de Santa Rosa.
Estuvieron los intendentes, funcionarios y legisladores nacionales que integran la línea interna fundada hace dos meses por el propio mandatario, Compromiso Peronista, cuando decidió declarar la guerra abierta a la Línea Plural y pasarse definitivamente al kirchnerismo.

Si bien la reunión también tuvo como objetivo afianzar al nuevo espacio justicialista, la pelea con el vernismo -que domina la Legislatura- y el inicio de una nueva jornada de paros estatales -convocados por la Mesa Intersindical, por un lado, y por Utelpa, por el otro- fue foco de discusión durante la tarde-noche de la víspera.

Ayer, el vernismo avanzó en un segundo embate contra Jorge. Ya había impulsado la sanción de la Ley de Hidrocarburos la semana pasada y en la víspera trabó el avance del proyecto del Ejecutivo Provincial para techar el Megaestadio (ver aparte). Fuentes que participaron de la reunión explicaron que Jorge fue concreto al plantearles que el vernismo, abroquelado en la Cámara de Diputados, no le iba a dejar gobernar, situación que abría un panorama contraproducente para la gestión.

Unidos y organizados.

Pero el encuentro no estuvo dedicado sólo al análisis de los daños reales y potenciales que podrían surgir del enfrentamiento con las huestes del senador Carlos Verna. En otro momento de la reunión, el gobernador pidió a los intendentes que se organicen por miniregiones para trabajar en conjunto en la consolidación del espacio interno e hizo hincapié en la necesidad de reforzar el trabajo de militancia en las localidades que no le son afines, como las gobernadas por el Frepam y las juntas vecinales y las que tienen intendentes que todavía reportan a Verna.

Los invitados a la residencia comenzaron a llegar entre las 18 y las 18.30. Los intendentes Ariel Rojas, de Toay; Juan Barrionuevo, de La Adela; Luis Larrañaga, de Santa Rosa, entre otros; los ministros Abelardo Ferrán (Producción); Sergio Violo (Hacienda); el ex vicegobernador Luis Alberto Campo; el secretario general de la Gobernación, Raúl Ortiz; la diputada nacional Cristina Regazzoli y la senadora nacional María de los Angeles Higonet, estuvieron entre los primeros en llegar.

Hermetismo.

El santarroseño Larrañaga fue uno de los primeros en retirarse, sobre las 20, cuando todavía se encontraban en el interior de la residencia la mayoría de los que habían llegado casi dos horas antes. Poco antes había ingresado un servicio de lunch, lo cual hacía presagiar que el encuentro derivaría en una cena, como en la noche del nacimiento de la línea interna.

Más allá de algunas fuentes que filtraron algunos datos del encuentro, los celulares de la gran mayoría de los intendentes, funcionarios y legisladores estuvieron cerrados a los llamados y mensajes de este diario.

El mandatario había trasmitido a sus colaboradores con más llegada a la prensa que si se hacía alguna declaración sobre el cónclave sería a través de una convocatoria a una rueda de prensa, a última hora.

Trabajadores.

En medio de la tensa situación política que atraviesa el partido de gobierno, Jorge debe enfrentarse a dos nuevas jornadas de paro que tendrán el impacto mayor en la jornada de hoy, puesto que el paro de 24 horas de los gremios docentes Utelpa, Sadop y AMET coincidirá con el primero de los dos días consecutivos de cese de actividades convocado por la Mesa Intersindical, que nuclea a gremios estatales como la Asociación de Trabajadores Estatales, UPCN La Pampa, Sindicato de Trabajadores Judiciales y el Sindicato de Trabajadores de la Salud Pública, entre otros.

Aunque con fuertes diferencias, tanto los docentes, como los gremios de la Intersindical están reclamando al gobierno un aumento salarial para el segundo semestre del año. Jorge dijo que sólo podía otorgarles un incremento del 4%, cifra que está lejos de las pretensiones de los trabajadores. En la primera mitad del año, luego de once medidas de fuerza, el mandatario otorgó una suba del 20 por ciento. Los estatales pretenden que el acumulado anual llegue al 35.

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