Verna y Torroba tienen un piso de casi 70 mil votos

Verna y Torroba tienen un piso de casi 70 mil votos

Cuando faltan 21 días para las elecciones, el momento de las especulaciones y los cálculos alcanza su pico.

 

Unos y otros miran de reojo los números y analizan posibilidades e hipótesis.

Carlos Verna, el candidato del PJ pampeano, se siente el favorito con una lógica que surge de la racionalidad y de la historia reciente y no tan reciente: el peronismo es el único partido que ha gobernado la provincia desde el regreso de la democracia en el ‘83. 

La última vez que el senador del PJ se postuló sacó más de 69.000 votos, en las legislativas de 2009; casi la misma cifra cosechó el candidato a gobernador del FrePam en las PASO de 2013. La historia demuestra que en La Pampa casi siempre aparece una tercera fuerza con caudal interesante, capaz de influir en los resultados finales.

Francisco Torroba, el postulante del Frente Pampeano, sueña con el batacazo a partir de su convicción de que el frente opositor que lidera ha sumado para esta ocasión el potencial electoral que el PRO mostró en los últimos comicios.

Revisando las elecciones más cercanas, algunas comparables a la que se viene, otras ni siquiera eso, surge un dato objetivo: Verna y Torroba tienen, por sí mismos, un piso de unos 70.000 votos, de acuerdo a los propios desempeños que han tenido en elecciones anteriores.

 

La política no es matemática

 

Desde ya que cualquier comparación tiene algo de arbitrario y está conformada por detalles no idénticos a la situación actual, pero en las legislativas de 2009, Verna cosechó esos casi 70.000 votos cuando compitió contra el radical Juan Carlos Marino, que en ese momento superó los 62.000 votos.

Torroba llegó a la misma cifra en las legislativas de 2013, cuando cayó derrotado por poco más de 1.000 votos a manos del candidato del PJ Gustavo Fernández Mendía. Esa vez, el PRO fue por su cuenta postulando a Carlos Javier Mac Allister, que cosechó casi 40.000 sufragios.

Si la política fuera matemática, el frente opositor tendría derecho a la euforia con esa suma, puesto que entre Torroba y el Colo llegaron, hace dos años, casi a 110.000 votos, una cifra que en esta circunstancia garantizaría la victoria.

Pero las estadísticas cuentan solo una parte de la realidad: en aquella ocasión fue evidente la fuga de votos peronistas, y particularmente vernistas, hacia otras opciones después de la feroz interna de las PASO.

En esas elecciones, casi 96.000 ciudadanos habían intervenido en la interna del PJ, pero después hubo unos 25.000 que en la general se “escaparon” hacia otros candidatos.

Esa cifra de participación fue superada en otra feroz interna del PJ, la del 5 de julio. Ese día votaron a Verna 57.624 ciudadanos, entre afiliados e independientes, en una jornada comicial no obligatoria. Eligieron a Fabián Bruna 44.770 votantes.

Poco después, la elección prácticamente se reprodujo en las PASO -ya obligatorias- cuando el vernista Daniel Lovera se llevó 52.295 votos contra los 37.597 del kirchnerismo, representado por María Luz Alonso.

 

¿Votantes K?

 

Una de las dudas de la elección que viene está ahí: ¿los votantes kirchneristas, que tan claramente se manifestaron en esas internas, se volcarán ahora a votar al candidato del peronismo aunque Verna tenga un perfil anti-K, o preferirán, como ocurrió con tantos simpatizantes del mismo partido en 2013, elegir a algunos de los otros postulantes?

Y en este último caso, ¿cosechará Franco Catalani el sufragio de los peronistas que respaldan el “proyecto nacional y popular”, o habrá votantes que para evitar un triunfo vernista se inclinarán por la figura de Francisco Torroba, sabiendo que a la hora de la verdad puede haber una polarización entre el PJ y el FrePam?

Hay que observar que en las últimas elecciones en La Pampa casi siempre hubo terceras fuerzas con un caudal interesante, con capacidad para influir en los resultados finales.

Ejemplos: 1) En la legislativa de junio de 2009, cuando compitieron Verna-Marino, Pueblo Nuevo apareció con una cifra superior a los 23.000 votos; 2) En las generales de octubre de 2011, cuando arrasó Cristina (sacó en La Pampa más de 102.000 votos), Juan Carlos Tierno fue el tercero en discordia, con 25.000 sufragios. En aquella elección, Oscar Mario Jorge sumó más de 77.000 votos y Luchy Alonso llegó a superar los 85.000. De estas últimas cifras puede suponerse que hay al menos 25.000 pampeanos que se inclinaron por una opción K sin caer en el PJ pampeano; 3) En las PASO de este año, el massismo de UNA superó los 20.000 votos.

También está por verse cuántos votos que en comicios previos fueron al PRO o a Mac Allister se mantienen. Hay, en ese sentido, dos hechos que no se pueden disimular: 1) Mac Allister, originalmente, sacó unos 20.000 votos en las PASO de 2013. Después casi duplicó esa cifra en la general, cuando capitalizó el descontento de los “heridos” de la interna del PJ. De todos modos, en la última PASO de agosto ratificó su poderío, ya que lo votaron casi 35.000 pampeanos en la interna del FrePam, en donde participaron más de 70.000 personas; 2) Esta vez Mac Allister no va en la boleta y el PRO no tiene ningún otro dirigente con semejante nivel de conocimiento y adhesiones.

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