Verna y el complejo armado del rompecabezas PJ

Verna y el complejo armado del rompecabezas PJ

El peronismo pampeano busca ordenarse de cara a las legislativas de este año, cuando faltan casi tres meses para cerrar listas para las PASO, con el objetivo de presentar su oferta electoral. Y decimos el peronismo, porque los movimientos preelectorales trascienden al Partido Justicialista.

 

 

 

La dirigencia provincial del PJ está observando lo que ocurre con el peronismo a nivel nacional porque, quiera o no, ese escenario la condiciona. La campaña será provincial, pero también se nacionalizará. No escapará a un escenario marcado por la polarización, y el juego político, que se da entre Mauricio Macri y Cristina Fernández. Si Macri remonta este presente de crisis como la del Correo y una economía estancada, y hay una lista de Cambiemos unida en La Pampa, se analiza que el PJ afrontará una dura prueba.

En ese escenario, el gobernador Carlos Verna comenzó a armar la lista de candidatos a diputados que representará al complejo rompecabezas del peronismo pampeano. Las primeras pistas sobre cuál será su posible conformación llegaron por una sucesión de hechos. Más o menos de esta manera: Verna anunció que en los dos primeros lugares no habrá vernistas; un medio digital adelantó que el primer nombre podría ser un jorgista; el presidente del PJ, Rubén Marín, se reunió con el gobernador y habló de unidad y de que Cristina Fernández debería dar un paso al costado. Paso seguido, el debate.

Apenas escucharon a Marín, dirigentes del PJ consultados dijeron con una media sonrisa que "Marín siempre da su discurso preelectoral, y siempre en la misma línea". Es lo que se llamaría la escenificación de los temores. Cada vez que hay una elección, Marín juega sus cartas: el reclamo de unidad que contenga a todos y la agitación a que el PJ podría perder en las urnas. Su discurso está dentro de las posibilidades, pero despliega también una estrategia personal.

Diagnóstico y discrepancias

Verna y Marín tienen un mismo diagnóstico. Para ambos, hay divisiones al interior del PJ pampeano, aunque no haya confrontación, que se deben saldar de cara a las legislativas. Desde el vernismo se pide la contención de todos los sectores, desde el marinismo atraer a los "dolidos". "Nada nos sobra, por eso es importante la unidad", indica un vocero del vernismo.

Ambos acuerdan en su visión, pero también tienen diferencias. Una de ellas fue el paso que dio Verna al anunciar que no pondrá candidatos propios. Para Marín, fue un movimiento precipitado que desenmascara las divisiones. Pero también podría pensarse en otras discrepancias: Marín, horas antes de reunirse con el mandatario, disparó contra CFK, lo que estalló como una bomba. Para los propios, fue una consideración de mera estrategia electoral. Verna quiere a todos, los más posibles, dentro de una misma lista oficialista, incluido el kirchnerismo. ¿Marín salió con su frase a marcar disconformidad con esa línea o a romper cualquier acuerdo?

La pregunta es cómo contener a todos, en un lista limitada a un puñado de nombres y a uno o dos cargos efectivos. Cómo incluir a todos, cuando la fragmentación nacional puede disparar un posible contagio en La Pampa.

Que no falte ninguno

Verna los quiere a todos, no solo al núcleo oficialista. Estratega del PJ, el gobernador avisó que el vernismo no pondrá candidatos como una señal hacia adentro de su sector para que no se agiten postulaciones, un tapón a cualquier pretensión y un aviso a los que esperaban definiciones. En enero, tres funcionarias vernistas que se encontraron en una fiesta popular cruzaban posibles nombres y entre ellos había más de cinco de su sector. Hoy no quedó ninguno. La señal fue también hacia afuera: la decisión es una ofrenda para cerrar por consenso.

Los operadores del PJ además buscan la agregación de los distintos peronismos. Sumar más allá del pejotismo desde el kirchnerismo hasta el massismo del Frente Renovador y Pueblo Nuevo. Las conversaciones se están dando, todos hablan con todos. Verna no lo ordenó, pero hay cierto consentimiento hacia esa apertura. Cuántos más vayan por fuera de la lista , habrá menos votos para sumar a la propia. Mientras menos sectores estén representados en la lista, habrá más peligro de fugas de apoyos de quienes queden descontentos. Hay que fortalecer la lista, porque sea quien fuera el candidato, no será un nombre instalado y que contente a todos. De ahí que el diputado Ariel Rauschenberger haya sonado en las preferencias de Verna: es bien visto por todos los sectores y no ofrece resistencias, tiene un perfil técnico y es conocido de los intendentes, es jorgista pero no es K, es atemperado en sus opiniones. ¿Quién dijo que la moderación no es una virtud en tiempos complejos?

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