Verna blindó su gestión en 2018 con cambios y alianzas

Verna blindó su gestión en 2018 con cambios y alianzas

El gobernador Carlos Verna blindó su gestión durante las últimas semanas de 2017 y los primeros días de 2018 de cara a la última etapa de su administración y pensando en la elección de 2019.

Por Norberto G. Asquini

 Una estrategia con una serie de movimientos para contener a todo el peronismo en sus diferentes vertientes y cerrar filas en su gobierno.

Nuevos funcionarios en Salud para fortalecer puntos flacos de la gestión, otros incorporados para atar alianzas legislativas y políticas y la profesionalización de la comunicación gubernamental, fueron parte de los ajustes con los que se quiere recalcular y calibrar su gobierno pensando en la próxima renovación gubernamental.

Este año cada mandatario, desde el presidente Macri a cada intendente, tiene una certeza: sin buenas gestiones en 2018 no hay reelección el año próximo, para quienes tengan esa posibilidad.

Un panorama complejo

Cumplidos dos años de mandato, Verna piensa en 2019 y en sostener la gobernabilidad del PJ en un panorama nacional dominado por una gestión nacional que empezó a perder imagen positiva desde diciembre con la aprobación de la reforma previsional y los escándalos desatados por algunos funcionarios en enero, pero que mantiene su centralidad política por la fragmentación y la falta de un conductor en el peronismo nacional.

Como intentan hacer otros gobernadores del PJ, la perspectiva del mandatario pampeano es fortalecerse en la provincia ante la posibilidad de enfrentar a Cambiemos en 2019. Y frente a condicionamientos económicos como la falta de fondos nacionales, problemáticas coyunturales como ocurrió con los incendios y golpes políticos como la decisión del presidente de laudar a favor de Mendoza en la obra de Portezuelo del Viento. Enero no ha sido un mes fácil para el gobierno justicialista en los últimos años, y en 2018 tampoco lo será.

Cambio de roles

Luego de las elecciones de 2017 en las que el PJ pampeano contuvo en la provincia la ola electoral de Cambiemos que se expandió por todo el país, Verna encaró una serie de cambios pensando en blindar su gestión. La mayoría impulsados en un mes en el que la agenda política estuvo monopoliza exclusivamente por la reforma previsional.

Por un lado, estuvo el recambio en el Ministerio de Salud, incorporando como titular de la cartera al cardiólogo Mario Kohan, un extrapartidario de su confianza y respetado en su profesión, y como subsecretario al vernista Gustavo Vera. Rubén Ojuez fue separado del cargo y hubo varias lecturas sobre su alejamiento, que seguramente todas confluyen. Más allá de la política en salud pública, Verna decidió darle otra impronta al manejo de la administración del área y desalentó las pretensiones política que el ex ministro tenía para 2019. El entorno vernista lo había hecho blanco de sus críticas por sus atisbos autónomos y algunos desajustes en su cartera.

El otro cambio en el organigrama original fue el traslado de la Subsecretaría de Trabajo del Ministerio de Desarrollo Territorial al de Producción. Por un lado, las problemáticas que había afrontado -despidos de organismos nacionales, frigoríficos cerrados- pertenecían al área de Producción; y por otro, se había "enfriado" la relación entre su titular, Marcelo Pedehontaá con el ministro Martín Borthiry. Así se evitaron cortocircuitos.

Aliados que se incorporan

Otro movimiento fue el de incorporar funcionarios de sectores del peronismo aliados al PJ durante 2017 y contenerlos en un armado político hacia 2019 para acentuar un espacio político afín. No solo pensando en lo electoral, sino también en lo legislativo, conformando un interbloque que garantizara la mayoría. Todos quedaron "a tiro de decreto" con funcionarios en el Ejecutivo, condicionados así a ampliar el PJ.

Se "pagó" su apoyo a los partidos massistas de Pueblo Nuevo y el Frente Renovador con cargos en el Ejecutivo, el primero en la Secretaría de Culto y el segundo con un subsecretaría en Desarrollo Territorial. Los legisladores de ambos partidos pasaron a ser parte en la Cámara de Diputados del interbloque con el PJ para asegurar los apoyos necesarios.

Y también se recompensó al kirchnerismo de La Cámpora con la Subsecretaría de Juventud. La centralidad de la figura de Verna es tal en el PJ actual que su bendición a los camporistas no fue señalada por ningún sector, cuando antes esa maniobra hubiera sido blanco de críticas.

Estas incorporaciones fueron las más visibles. Hubo otras devoluciones de favores, menores, que pasaron más desapercibidas a sectores que ayudaron a frenar a Cambiemos, como en 25 de Mayo con puestos para ex bravistas en el EPRC, lo que generó el enojo de algún sector del PJ local.

Pensar en comunicar

La incorporación del consultor político Hugo Haime para manejar la comunicación gubernamental muestra cómo han cambiado los tiempos en la gestión del PJ. El gobierno se dio cuenta de algunas falencias en esa materia durante la campaña electoral del año pasado donde Cambiemos parecía imparable. El PJ profesionalizó su campaña con Haime y mejoró la comunicación digital, terreno en el que había perdido frente al macrismo. Como indicamos en una columna anterior, el PJ ingresó así a la política del siglo XXI.

Ahora el consultor fue contratado para mejorar la comunicación con la sociedad, pero también para comunicar en momentos tan complicados para la gestión. La comunicación es fundamental para una gestión, y en la vernista sirve para apuntalar su administración frente a la falta de fondos nacionales que afecta la realización de obras, como ocurre con las viviendas sociales, o la problemática de los ríos interprovinciales como ocurrió con el laudo del presidente sobre Portezuelo que menoscaba derechos y recursos provinciales. Si el gobierno vernista mantiene ahora una estrategia de diálogo con la Casa Rosada, que comenzó tras las elecciones legislativas del 22 de octubre, esto no significa que no se plante en algunos temas.

Verna galvanizó su gestión en tiempos complejos y dinámicos y horizontes electorales que parecen lejanos pero no lo son tanto. Los ajustes en su gobierno buscan cerrar filas en un peronismo provincial que deberá pelearle a Cambiemos su permanencia en el poder.

Comentá la nota