Si bien estaba previsto que el gobernador Carlos Verna arribara este lunes al país, el primer mandatario pampeano regresó este domingo a la provincia y se hizo cargo del Poder Ejecutivo Provincial.

De hecho, durante la tarde, diagramó la estrategia para el encuentro por el Meridiano V que se realizará este lunes en la Secretaría de Recursos Hídricos de Nación.

De la reunión en la Residencia participaron el ministro de Obras Públicas, Julio Bargero, el secretario de Recursos Hídricos, Javier Schlegel, el fiscal de Estado, José Alejandro Vanini, y el presidente de la Comisión de Ríos en la Legislatura, el diputado Jorge Lezcano.

Antes del encuentro, incluso, Verna sobrevoló las zonas inundadas.

Verna viajó al exterior, como parte de su descanso vacacional, autorizado por la Cámara de Diputados de la provincia, y dejó el cargo en manos del vicegobernador Mariano Fernández.

Pese a que la Legislatura le dio el sí a su pedido, la travesía por Europa le costó cuestionamientos de sectores de la oposición política (el diputado nacional Francisco Torroba estuvo especialmente activo con ese objetivo) y también de grandes medios de comunicación porteños, que repentinamente pusieron su foco sobre la realidad pampeana.

Verna también tiene varios temas pendientes de importancia neurálgica: además de la situación de la capital provincial y de varias localidades que padecieron el temporal -especialmente en el norte-, se abre un período sumamente intenso desde el punto de vista político.

Por un lado, el gobernador tendrá que canalizar sus relaciones con el Gobierno Nacional, ya bajo la certeza de que el presidente Mauricio Macri será el que laude en uno de los conflictos que rige el vínculo pampeano con la provincia de Mendoza: la situación de Portezuelo del Viento.

Por otra parte, el jefe del Ejecutivo intentará “muñequear” las rispideces generadas internamente para la definición de la lista de candidatos legislativos: aunque está claro quiénes liderarán esa nómina, surgieron en las últimas horas -como informó El Diario- ciertas rispideces a la hora de designar el tercer nombre.