Veremos con AFIP si el agro declara lo que se nota en la imagen satelital”

El nuevo titular de ARBA jerarquiza el intercambio de información con AFIP para detectar evasión en los impuestos Inmobiliario rural y urbano y en Ingresos Brutos. También compartirán datos sobre grandes contribuyentes. Hay 10 millones de metros cuadrados de construcciones mal declaradas

El nuevo titular de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), Iván Budassi, cerró la semana pasada un convenio con la AFIP para intercambiar bases de datos. Eso, estima, permitirá detectar eventuales evasiones en distintos sectores. La agencia, dice, hará hincapié en las construcciones no declaradas y la fiscalización de la producción rural. También se intercambiarán datos sobre grandes contribuyentes.

–¿En qué consiste el convenio firmado con AFIP?

–Hemos avanzado muchísimo en un intercambio de información que, con el debido resguardo fiscal, le garantice a AFIP lo bueno que tenemos, que es la interpretación satelital de imágenes de las propiedades de la provincia y la posibilidad de linkearlo con los propietarios de cada parcela rural o urbana. Esto nos permitirá incorporar de forma rápida muchos metros de construcciones no declaradas y observar si se está cumpliendo con el pago de nuestros Ingresos Brutos y los tributos nacionales en relación a los cultivos que hay en cada campo de la provincia. En ese sentido, para nosotros es sustancial contar con la base de datos de la AFIP.

–O sea que AFIP podrá servirse de los datos de la provincia sobre cultivos y propiedades...

–Tenemos una posibilidad de saber qué hay sembrado en cada una de las parcelas de la provincia. El gran avance es que este intercambio podrá hacerse automáticamente, vía web service, como se llama en la jerga.

–Generalmente se asocia el uso de imágenes a los operativos en countries ¿Qué pasa en los campos?

–Lo que se tratará de hacer al intercambiar los datos con AFIP es ver si lo que los productores facturan y declaran se condice con lo que las imágenes satelitales muestran. Es un foco importante para controlar la evasión en todo nivel. En la provincia de Buenos Aires hay 6 millones de partidas del impuesto inmobiliario.

–Es un trabajo por hacerse, entonces...

–No, yo llego para la última fase. En construcción de propiedades, hay 10 millones de metros detectados que van a ser el objeto de una campaña que próximamente daremos a publicidad. Hay muchos terrenos calificados como baldíos o rurales en los que hay construcciones urbanas ya consolidadas.

–Al asumir, anunció que unos 2.000 agentes de atención al público pasarán a fiscalizar ¿Por qué?

–Porque cada vez va menos gente a hacer trámites que pueden seguirse vía web o smartphone. El objetivo central para ARBA, teniendo en cuenta que en 2014 tenemos que llegar a los $ 87.000 millones de recaudación, es salir a cazar fuera del zoológico.

–¿En cuánto cerrará la recaudación de 2013?

–En $ 67.000 millones. Tenemos que aumentarla en $ 20.000 millones sin la actualización del inmobiliario rural, que lleva detenido 20 meses, ni la de sellos (N. de la R.: la Legislatura frenó esos aumentos). Con esas medidas se esperaban conseguir $ 1.000 millones.

–Su antecesor, Martín Di Bella, creó un “cuerpo de elite” para investigar a grandes contribuyentes ¿Qué pasará con eso?

–Va a continuar y se va a complementar con algo que, para nosotros, es central: la Subdirección de Grandes Contribuyentes de AFIP. De los grandes contribuyentes del país, el 40% está radicado en la provincia. Podemos avanzar en conjunto. Se necesita un expertise muy particular, porque estos contribuyentes no evaden, sino que las discusiones son sobre la interpretación de la norma. En la interpretación de un inciso de la norma puede haber millones de pesos escondidos.

–¿Cuáles son los principales focos de evasión?

–Las clásicas actividades son el comercio informal, básicamente en el sector textil, y la construcción. Tenemos que recrear la conciencia tributaria de pedir factura. El contribuyente debe saber que no sólo (el comerciante) estafa a la provincia, sino a él mismo, porque le cobran algo que se mete al bolsillo el que no factura.

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