El verano da trabajo a más de 150 mil personas

Historias de quienes esperan que la temporada estival sea buena para mejorar sus ingresos. Del mozo al artesano; de la mucama al pastelitero.

Si se aborda a la actividad turística sólo desde el punto de vista de quienes pasean, se comprende apenas una parte del fenómeno que representa. Si se la observa desde el impacto económico que genera, aparece otra dimensión. Y en ese marco hay un aspecto no siempre visualizado: el de los trabajadores, la fuerza laboral que depende del movimiento de esa rueda.

Empleados de bares, restaurantes, hoteles y complejos de cabañas esperan que la gente vacacione para asegurarles sus fuentes de empleo. Pero en las zonas turísticas también aparecen artesanos, vendedores, comerciantes y empleados de sectores afines al turismo (estaciones de servicios, transporte y otros) con la misma esperanza. Todos ellos suman más de 150 mil “laburantes”.

El mozo

Patricio Brizuela tiene 35 años y desde los 15 trabaja en las temporadas de Carlos Paz. Lleva dos años en la parrilla La Churrasquita, donde es conocido por su espíritu histriónico para servir las mesas. “Casi siempre fui mozo. Una temporada estuve en la cocina y también fui llamador o tarjetero. Para eso hay que ser buena onda, para lograr que la gente entre”, cuenta.

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