El turista argentino desarrolló en los último años un nuevo perfil gasoleroque aprovecha los cambios en el calendario para hacer escapadas cortas. Los cambios en el estilo de vida, la mayor presión cotidiana y el estrés laboral hicieron que las vacaciones de una vez al año no fueran suficientes. El cambio de perfil se acentuó esta temporada de verano en Mar del Plata.

Según datos del Emtur, la estadía promedio de diciembre fue de 3,43 noches,en enero de 6,27 y en febrero, de 5,4. Un dato: más del 70% de los turistas que eligieron la ciudad para veranear llegaron desde Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

El gasto diario promedio por persona (incluye el transporte) fue en diciembre de $652, en enero de $523,75 y en febrero, de $583,82. Además, el fenómeno del “turismo espontáneo” -así llaman los operadores turísticos a quienes llegan sin hacer reserva previa- se repitió a lo largo del año durante los fines de semana largos.

Siempre de acuerdo con las cifras oficiales, en diciembre arribaron 905.206 turistas, en enero 1.381.896 y en febrero, 1.218.370. La ocupación hotelera fue de un 44,22%, 75,30% y 67,97%, respectivamente.