Un informe de la Fundación Pro Tejer reveló que de la composición total del precio de una prenda, sólo el 5% es rentabilidad para el empresario, un 45% corresponde a etapas de la cadena de valor y un 55% se lo llevan actores que están fuera de la cadena.

Es por eso que los empresarios aseguran que sería imposible reducir los precios de las prendas para estimular las ventas que han caído en un 30% en el país y, en la misma proporción, en Mendoza.

De acuerdo con Adolfo Trípodi, empresario del sector textil y titular de la Federación Económica de Mendoza "la cadena comercial se come el precio de la prenda", ya que la incidencia de la tela es muy pequeña.

"Las empresas no pueden soportar lo importado de China, tampoco el comercio ilegal y clandestino que, desde la FEM y la CAME venimos denunciando que existe en lugares como La Salada (Buenos Aires) y La Saladita (Santa Rosa) y el nuevo persa que quieren instalar en Rodeo de la Cruz", agregó el empresario.

A la situación de la competencia desleal y los precios que se manejan en productos importados, Trípodi señaló que hay que sumarle que "se trabaja con precios nuevos y salarios viejos".

El precio de las prendas

Si bien desde el sector reconocen que el precio de un jean, por ejemplo, puede significar muy alto para un salario promedio, aseguran que más de la mitad de lo que vale el pantalón corresponde a costos integrados por: alquileres, impuestos, marketing, etc.

Igualmente los porcentajes en la composición del valor de una prenda son muy variables, de acuerdo con Trípodi, una prenda de características muy similares e igual calidad cuesta al menos un 100% más cuando se la adquiere en un centro comercial, ya que el comerciante tiene que asumir costos más altos.