Tras la desprolija salida de Sebastián Sosa en el arco de Liniers, Vélez recibió en el José Amalfitani a un golpeado Arsenal. Si bien el presente del conjunto de Miguel Ángel Russo no era el ideal, su compromiso ante el peor equipo del campeonato facilitó el objetivo de enderezar el rumbo del "Fortín".

Cuando se cumplió el primer cuarto de hora, Emiliano Amor fue el encargado de poner al elenco porteño en ventaja. Después de un balón detenido, muy mal defendido por la última línea deSarandí, el canterano capitalizó una serie de rebotes y festejó el 1 a 0.

La única muestra de carácter se basó en el sacrificio de Santiago Silva, quien intentó de larga distancia, pero no pudo con la agilidad de Alan Aguerre. La pálida producción del combinado deMartín Palermo hacía suponer un segundo capítulo con dominio local.

La veloz proyección de Cristian Chávez le permitió al "Tanque" establecer el 1 a 1, para que el suspenso se apodere del espectáculo. La polémica tarea de Germán Delfino, de sancionar un penal a favor de Vélez y expulsar a Dany Rosero Valencia, y luego modificar la decisión para amonestar a Mariano Pavone, por tocar intencionalmente la pelota con la mano, empantanó un encuentro que parecía tener un curso normal. Los desesperados reclamos de Roberto Abbondanzieri lograron los efectos deseados por los del Viaducto.

Sin embargo, el colegiado volvió a cobrar la pena máxima, por una supuesta infracción de Matías Campos Toro sobre el ex Estudiantes y River. Desde los doce pasos, Milton Caraglio se encargó de sellar el 2 a 1 para el delirio de la "Pandilla". Además, la expulsión de Ramiro Carreradejó de rodillas al combinado del sur del conurbano bonaerense. Resignación que se visualizó con mayor notoriedad cuando el defensor colombiano volvió a observar la cartulina colorada, en lo que significó su segunda tarjeta roja en el mismo partido.

Si bien el pésimo trabajo de Delfino desnaturalizó el partido, los errores del colegiado no fueron argumentos suficientes para justificar la pobre labor ofensiva de un Arsenal que seguirá en el fondo de la tabla de posiciones y mantendrá un manto de incógnitas relacionadas a la continuidad de su entrenador.