Estas 72 viviendas pertenecen a un plan que ya lleva 7 años aproxidamente en construcción y son respaldadas por la provincia y la nación conjuntamente.

Alrededor de las 19 horas de este sábado, la situación comenzaba a configurar un tenso escenario, con seis familias ya ubicadas y con varias personas dispuestas a adoptar la misma medida.

En las primeras horas de la madrugada del domingo las viviendas tomadas eran 21 , en la mañana la sumatoria llegaba a mas 30 y se especula que en el correr de las horas sean ocupadas mas de 60 viviendas.

La justicia tomando en cuenta el feriado aun no ha solicitado las actuaciones judiciales correspondientes para que a través de la policía de la provincia de Santa Cruz se actúe de acuerdo a lo que la jueza se expida.

A esto se suma convalecencia del intendente de la localidad, Hugo Garay (con carpeta medica debido a una intervención quirúrgica informada oportunamente por este medio), la ausencia de la concejal Claudia Guenten, (presidente del Consejo Deliberante), como así también la de la concejal Valeria Galindo.

Según trascendidos esta situacion ha frenado las acciones, por lo que se extendería la actuación judicial, ya que a través de la denuncia del ejecutivo local debería expedirse la justicia

Personal policial y de Gendarmería se encuentra en el lugar controlando, aunque todavía no se han tomado determinaciones para el desalojo.

De acuerdo a lo que se pudo conocer, todas las familias son de 28, lo que marca que la necesidad es real y concreta, al igual que lo que pasó en Río Turbio semanas atrás. Posiblemente, gente de IDUV venga a la Cuenca para efectuar una resolución rápida al respecto. Mientras tanto, gente de la localidad se ha volcado a ocupar esas viviendas, cuya gran mayoría no está terminada.

“Yo presenté legalmente todos mis documentos en 2009, actualicé la carpeta como corresponde y todavía no me dan los puntajes. Soy chilena, pero tengo dos hijas argentinas y una más en camino. Vine porque necesito esto, trabajo desde hace cuatro años en la Municipalidad como efector social, cobrando menos de $2000″, dijo Lucía, una vecina que vive con su marido y que destina enteramente su sueldo en el pago de un alquiler, lo que determina una situación por demás complicada.