Una vecina de Brandsen al 400 pide seguridad tras sufrir dos robos en menos de una semana

Una vecina de Brandsen al 400 pide seguridad tras sufrir dos robos en menos de una semana

Nilda Izarriaga, una señora que vive en Brandsen 464, fue víctima de dos robos en su vivienda durante la última semana. El sábado pasado, delincuentes barretearon la puerta principal y se alzaron con relojes de la familia, cuando ella no estaba. Este miércoles, volvió a pasar, alrededor de las 20. En esta oportunidad, le revolvieron la habitación, pero no llegaron a perpetrar el robo porque los vecinos escucharon el golpe de la puerta. La vecina sufre de presión, está asustada y pide seguridad.

En diálogo con El Eco de Tandil, Izarriaga contó sobre el último episodio que “fue el miércoles, cerca de las 20.15, con una barreta rompieron la puerta e hicieron saltar la cerradura, y entraron. Por lo que dicen los vecinos, son dos chicos en moto y uno que va dando vuelta y va haciendo de custodia”.

“Los vecinos escucharon el golpe de la puerta –aseguró-, me la rompieron y ya de esta semana son dos robos porque el sábado me robaron también y me reventaron la puerta. No alcanzaron a entrar porque los vecinos volvieron a escuchar y me salvó una nenita de enfrente que le dijo al papá que estaban rompiendo la puerta a la vecina. Así fue, rompieron toda la puerta, las dos veces nosotros no estábamos”.

Con impotencia, reconoció que “mi marido viaja por trabajo, estoy sola y me siento desprotegida porque anoche me dijeron que la policía iba andar y no vino”.

“Es un momento en que la paso muy mal porque tengo problemas de salud”, admitió.

 

“Quiero una solución”

La señora manifestó que “no quiero dejar la casa, quiero una solución, no sé, no los conozco, no sé quiénes son, qué quieren con nosotros”. Sobre el barrio, detalló que “acá en Brandsen al 330, donde mataron a la nenita, también se robaron todo. Y acá cerquita, me dijo anoche el enfermero que también habían robado”.

Advirtió que no observa presencia de patrulleros en el barrio, y se lamentó porque lo único que le queda tras lo que ocurrió “es enrejar la casa, y ya no sé. Le pido a mi esposo que ponga rejas porque ya me da miedo, me paraliza el cuerpo esto”.

“El sábado, cuando me rompieron la puerta, le dije a la policía: ¿señora no pueden agarrarlos a los chorros? Y me dijo que no, que no pueden hacer nada hasta que no ven los hechos. Entonces, tienen que encontrarlos adentro”.

 

“No somos gente de plata”

Específicamente, aseguró que “me robaron el reloj de mi suegra, unos relojes de mi esposo y eso, nada más. Y en la segunda vez me dieron vuelta la habitación, todo”, pero no pudieron perpetrar el robo.

Aclaró que “no somos gente de plata, somos gente trabajadora, mi esposo trabaja, yo trabajo, no sé qué quiere esta gente y no sé de dónde son, si son de acá a la vuelta, no sé”.

Consultada si cree que la están observando, dijo que “me están mirando, yo tengo miedo que salga en la camioneta y están esperando eso para meterse en mi casa”.

“Estamos en un país que acá nadie ve nada, nadie hace nada –criticó-, yo siempre pensaba en la gente que le robaban, y decía: `A mí no me va a pasar´, pero ahora me pasó a mí, y dos veces en menos de una semana”. 

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