El Vaticano pidió informes sobre la ex Botnia a la Iglesia uruguaya

Autoridades eclesiásticas orientales enviaron dos documentos en los que se señala que no hay impacto ambiental; los asambleistas habían pedido la intervención del Papa

En medio de la creciente tensión que viene generando en los últimos tiempos el conflicto entre la Argentina y Uruguay por las denuncias de contaminación de la planta de celulosa UPM (ex Botnia), la intervención de un funcionario del Vaticano reactivó las más diversas conjeturas en torno de una posible mediación del papa Francisco. El tema fue analizado, además, en la última asamblea episcopal de los obispos uruguayos.

El obispo de Salto, monseñor Pablo Galimberti, dijo a LA NACION que hace aproximadamente un mes el encargado de la secretaría del Vaticano para Uruguay, Giusseppe Laterza, se comunicó con él para pedirle que le envíe información sobre UPM. Galimberti está al frente de la diócesis que abarca el departamento de Río Negro, en cuya capital, Fray Bentos, está la planta de celulosa.

El pedido del papa Francisco llegó luego de que los asambleístas argentinos de Gualeguaychú le hicieran llegar una carta en septiembre último, en la que transmitían su preocupación las informaciones que alertaban sobre la existencia de contaminación en el río Uruguay, a raíz del funcionamiento de la papelera. El emisario que acercó la carta al papa argentino fue el obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado de su país, monseñor Jorge Lozano.

A la consulta de la Santa Sede se respondió con dos informes. Uno, que asegura que la planta no genera contaminación. Y otro, que avanza en la misma línea y, además, critica con dureza los argumentos del gobierno argentino contra el aumento de producción de UPM.

Para la Iglesia Católica uruguaya no hay preocupación por riesgos ambientales. En una reunión mantenida con un accionista de UPM y dos gerentes de la fábrica, los obispos se manifestaron satisfechos con la información aportada, aunque no hubo un pronunciamiento oficial.

Al terminar la asamblea general ordinaria de la Conferencia Episcopal del Uruguay, que deliberó durante una semana en Florida, a 100 kilómetros de Montevideo, los obispos destinaron un par de párrafos a la polémica por UPM. En la declaración final contaron que se habían reunido con las autoridades de la planta y señalaron: "Los visitantes brindaron a los obispos información sobre el actual funcionamiento de la planta, en el marco del desarrollo forestal del Uruguay y sus perspectivas de futuro".

LOS ANTECEDENTES

Los militantes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú habían anunciado que iban a buscar el apoyo del Papa para fortalecer su posición y tratar de cumplir su objetivo de cerrar la fábrica de celulosa que está sobre el río Uruguay.

En su pedido de información a Galimberti, el representante del Vaticano no dio mayores especificaciones ni puso plazos ni condiciones.

El obispo de Salto, uno de los más prestigiosos y reconocidos del elenco episcopal uruguayo, envió una entrevista realizada por la radio El Espectador al catedrático Oscar Ventura, doctor en Química y profesor de la Facultad de Química de la Universidad de la República, quien había salido al cruce de los planteos de la Argentina.

Ventura es uno de los principales especialistas en el tema y asesora a uno de los líderes de la oposición, el senador Pedro Bordaberry, del Partido Colorado.

En esa nota, el químico fue muy duro con el canciller argentino, Héctor Timerman, y el informe de controles ambientales que éste había divulgado.

El otro informe que Galimberti remitió al Vaticano fue uno de la Dirección Nacional de Medio Ambiente del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en el que se explica cómo se hacen los controles ambientales y se asegura que UPM no contamina.

Las autoridades de la planta pidieron a los obispos una reunión para conversar sobre el funcionamiento de la fábrica, los controles ambientales y el impacto social de la inversión. La delegación estuvo encabezada por el accionista local de UPM, Juan Otegui, y los gerentes de Relaciones Públicas, Alberto Brause, y del área técnica de la fábrica, Bruno Vuan.

La Iglesia no se ha pronunciado, pero el obispo Galimberti reconoció que tienen tranquilidad respecto del funcionamiento de la planta..

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