Varios Municipios se pelean por la bajada de Cristina a la Tercera

Varios Municipios se pelean por la bajada de Cristina a la Tercera

Varias fuentes se atreven a aventurar que una candidatura de CFK está a la vuelta de la esquina. Esto sería negocio para Macri, que divide el peronismo y sale ganando más de la cuenta. Pero es negocio para la ex presidenta que quiere medirse entre los peronistas para ver quien lidera en 2019. Antes de fin de año bajará a la Tercera, pero aún no se sabe qué kirchnerista se llevará el premio mayor.

Por Ricardo Carossino

Empezó la pelea interna para ver quien logra tener a Cristina Fernández en su distrito antes de fin de año. Los principales Municipios que quieren tener el privilegio de ser “el más kirchnerista”, son Lomas de Zamora, Lanús, La Matanza, Berazategui, Ensenada, Almirante Brown y desde luego Avellaneda donde reina el intendente más cristinista del universo político.

Cristina Fernández está tomando cada vez más protagonismo, en la medida en que el gobierno nacional no termina de acercarse a los sectores más vulnerables de la manera que prometió: o sea, con trabajo genuino, y termina haciéndolo a la manera más tradicional del Justicialismo punteril, con planes sociales, comedores y bolsones de comida.

Desde luego, para este trabajo, el PRO cuenta con la mejor cara que posee en este momento que es la gobernadora María Eugenia Vidal, que crece en las encuestas con una fuerte imagen positiva, porque las madres de las batallas, se sabe, está en la Provincia, donde según varias consultoras, CFK mide muy bien en el conurbano, pero pierde en el interior (el campo) donde gracias a la quita de retenciones, el PRO más la UCR tienen abrochadas las intendentes chicas.

Allí, Macri con los radicales Ernesto Sanz y Daniel Salvador, pueden consolidar su espacio gracias a pequeños planes sociales de 3000 pesos en poblaciones muy pequeñas. Por supuesto el conurbano es otro tema, que requiere un análisis mucho más complejo.

¿Qué puede hacer el PRO en el conurbano, en el primer cordón bonaerense? Obras públicas, pero no deja de ser un arma de doble filo, porque como así Vidal saca provecho de las obras de intendentes K de interior bonaerense, publicitando que son del macrismo, así los intendentes del PJ puede hacer lo mismo con las obras que baje Vidal.

La gente no mirará a la gobernadora porque no es común o tradición hacerlo en una población con una mente colonizada por el escenario nacional y porteño gracias a los medios de comunicación que protegen a Vidal como protegieron a Daniel Scioli.

Los votantes del conurbano sólo miran a su intendente y a su presidente, esto le permite a Vidal crecer mucho, pero si las obras las presentan los jefes comunales, estos caciques se adjudicarán los méritos en campaña electoral.

Para Macri y Vidal no es fácil este escenario y tienen la responsabilidad de tirar y aflojar la soga de los intendentes para disciplinarlos, con el condimento en contra de que no son del PRO. Tarea poco fácil para políticos con nada de experiencia en el manejo del poder del conurbano.

Por eso, Cristina Fernández es quien puede salvar a Macri en la Provincia de Buenos Aires, para ser más exactos, es la única que lo puede salvar, porque Sergio Massa quedó preso de su ambigüedad de construcción entre una oposición moderada y la sociedad que armó con el PRO para proveerlo de cuadros en la Provincia porque Vidal no tenía gente para llenar los despachos del gobierno bonaerense.

Para Cambiemos, enfrentar a CFK es la panacea a sus problemas económicos y a su falta de planeamiento social y productivo porque fundamentalmente tiene el enemigo perfecto para desviar el debate al que Massa lo quiere llevar que es discutir la industrialización de la Argentina contra la clase social de Mauricio que es el monopolio agroganadero del país.

El negocio electoral de Mauricio y Cristina

Ya lo dijo Joaquín Morales Solá en su columna del último martes en el diario La Nación: Macri necesita a Cristina fuera de la cárcel y compitiendo en las elecciones. Por otra parte, es cada día más evidente la manera en que se enfría el ataque mediático a CFK por parte del Grupo Clarín. Esto no tiene nada de raro para quien lee la política fuera del fanatismo del votante y se toma el tiempo de razonarla desde el pragmatismo del dirigente. No hay ningún misterio en esto, cuando se comprende por fin que el poder tiene su propias reglas, totalmente ajenas al ciudadano “de a pie”.

Política del Sur habló con varias fuentes diferentes del peronismo y el cristinismo durante el pasado fin de semana y todas esas fuentes confirmaron como un hecho sin discusión que Cristina Fernández está más cerca de ser candidata en 2017, que de no serlo.

Esto fue confirmado por dos fuentes del cristinismo de Lomas de Zamora, por una del FPV de Lanús, por una del peronismo de Avellaneda, por una fuente del Nuevo Encuentro de la Primera Sección y por una fuente del Alfonsinismo nacional que este jueves lleva a Cristina al Estadio de Atlanta para fortalecer el discurso del radicalismo popular encarnado en las figuras de don Raúl Alfonsín y en la de Hipólito Irigoyen.

Si CFK es candidata a senadora, junto con Mauricio Macri polarizarían sin ningún problema la elección de 2017, con los discursos clásicos: el PRO acusando corrupción y herencia recibida para esconder los desequilibrios económicos de su gobierno, y el FPV apelaría a la lógica retórica del neoliberalismo de los noventa y al enfrentamiento a la derecha que avanza sobre Latinoamérica.

En este escenario los dos espacios ganan y no tienen absolutamente nada que perder. Lo más probable es que por supuesto el triunfo sea del PRO, y aún en una elección de tres tercios entre Macri, CFK y Massa, los que más ganan son el PRO y el FPV.

Por una parte, el PRO que no renueva bancas, con lo que saque mete concejales, diputados y senadores provinciales, no pierde ninguna banca, aunque pierda.

Por el lado del CFK, saque lo saque gana porque le permite sostener su espacio en las legislaturas y jugar una interna aparte con el peronismo en general. El proyecto de Cristina no es 2019, sino el 2017. Ahí se definirá la elección a presidente del peronismo.

Aquí, quien puede salir perdiendo es Sergio Massa si no consigue darle un perfil capaz de romper la polarización entre Macri y CFK. Aún no sabe si jugarla por izquierda, por el centro o por derecha. La presencia de Margarita Stolbizer le da la imagen de la honestidad, pero no le aporta mucha tropa y estructura que digamos. Massa necesita más progresismo barrial como Libres del Sur o el Movimiento Evita, a los que aún no termina de convencer.

La manera de ir por el otro tercio para Sergio Massa sería sostener un discurso desderechizado, desperonizado y desmercadizado, sin caer claro en el ditirambo por lo nacional y popular. ¿Podrá hacerlo? Macri ahora se está peronizando y eso se verá el 17 de octubre, Cristina es peronista de izquierda no necesita cambiar de estrategia, Massa tiene a Stolbizer para buscar el voto desideologizado, y falta saber que hará el famoso Grupo Esmeralda de Martín Insaurralde (Lomas), Fernando Gray (Echeverría), Gabriel Katopodis (San Martín) y Juan Zabaleta (Hurlingham).

Una posible respuesta se podría hallar en un acto que hubo hace una semana en San Martín, donde Katopodis y Zabaleta recibieron a Victoria Donda, futura precandidata a senadora nacional. ¿Irá por ahí la madre del borrego? ¿Será el Esmeralda la puerta peronistas para que pasen al Frente Renovador Libres del Sur y el Evita para?

 

 

 

La pelea por tener a CFK en la Tercera

Aclaremos algo antes de especular qué Municipio recibirá a Cristina: quien quiera liderar, primero tiene que liderar su territorio.

En el caso de Avellaneda, habría esta semana una reunión a puertas cerradas entre el intendente Ferraresi y los líderes de los diferentes espacios que lo acompañan para confirmar el probable “sí” de CFK como candidata a senadora nacional por el FPV.

El principal problema de traer a Cristina a la capital de la resistencia, es la otra resistencia del Sindicato de Trabajadores Municipales que está en pie de guerra con Ferraresi, y una feroz silbatina a quien quiere ser diputado nacional sería el hazmerreír del Instituto Patria.

En el caso de Lanús, con un peronismo completamente deshecho, sin un líder claro, a menos que Edgardo Depetri en un mes aglutine a todos (algo difícil), no parece ser el escenario ideal, aunque pensando en que la líder es CFK y es en territorio ahora macrista, podría ser una tentación mojarle la oreja a Mauricio.

Veamos Lomas de Zamora y recordemos la máxima del principio de este capítulo. El cacique no puede tener a los indios desbandados, y por lo que se ve, esto empieza a suceder en la tierra de MI.

Su bloque de concejales se rompió con la salida del mariottista Julio Rivero. Sumado a esto, se dice que Ana Tranfo podría llegar a liderar el bloque. Todo esto tuvo que ver con palabras que molestaron del edil y titular de la CGT local, Sergio Oyhamburú, que de todos modos, siempre sostuvo y sostiene que la discusión tiene que ser dentro del peronismo y no fuera de él.

Todos esperan que Insaurralde tome una decisión y diga para dónde va a ir el Grupo Esmeralda, porque desde el cristinismo quieren salir a desgastarlo desde la protesta social para que pierda poder entre los intendentes no tenga para donde escapar: o Massa o Cristina. Para esto los “K” lomenses están trabajando en la bajada de CFK.

Almirante Brown sería un buen territorio por su imparcialidad por el momento, ya que su jefe comunal, Mariano Cascallares no se casó con nadie.

Berazategui y Ensenada son lugares cómodos para CFK, pero tampoco son dignos de enarbolar como grandes cotos. Le queda por supuesto, la posibilidad de La Matanza, donde Fernando Espinoza como presidente del PJ bonaerense le dio asilo a Daniel Scioli (quien acompañaría en la fórmula a CFK), con una Verónica Magario que es además la más confrontativa con María Eugenia Vidal, el nuevo mascaron de proa del PRO.

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