La reconocida formación Vaca Muerta, ubicada principalmente en Neuquén, pero que comprende una parte del sur de Mendoza, esconde un verdadero tesoro en tierra cuyana. Por tal motivo, las autoridades mendocinas han comenzado a entusiasmarse tras los últimos reportes técnicos geológicos: en esta zona la formación es rica en petróleo y clave para cubrir la demanda local de crudo para los próximos 50 años, indican los especialistas. De hecho, se proyecta una posible extracción de unos 240 millones de metros cúbicos para los años venideros, en medio de la resistencia de los ambientalistas a la instrumentación de la técnica del fracking.

De esta forma, a diferencia del lado neuquino, donde predominan las reservas de gas, en la tierra del sol y del buen vino prevalece el oro negro: se estima que bajo el suelo provincial se encuentran más de 8.000 millones de metros cúbicos de petróleo.

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"Hoy, cuando ya la oferta de gas comienza a cubrir la demanda local y existen algunas incertidumbres de si se podrán superar los desafíos logísticos y económicos para poder acceder al mercado de exportación del gas, el petróleo a más de US$60 el barril vuelve a llamar la atención de las operadoras petroleras, algunas de las cuales ya comienzan a mirar al norte del río Colorado", indicó el subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú. "Hacia 2050, la producción de petróleo convencional declinará, dejando un déficit de crudo aproximado de 108 millones de metros cúbicos, poniendo en riesgo el autoabastecimiento energético, la refinación en la provincia y miles de puestos de trabajo. Por eso, es clave que este déficit sea cubierto con nuevos horizontes productivos. De allí la importancia de explotar la formación Vaca Muerta, ya que el déficit podría ser cubierto e incluso duplicarse", agregó el funcionario provincial.

Así, en base a información obtenida de trabajos técnicos geológicos, la formación Vaca Muerta en Mendoza, de una extensión de 8.700 kilómetros cuadrados, tiene mayor riqueza en hidrocarburos líquidos que en gas, lo que pone a la provincia nuevamente en el radar de las petroleras, que ven la extracción de gas ralentizarse por cuenta de las limitaciones logísticas, remarcaron desde el Ejecutivo provincial.

Las estimaciones oficiales dan cuenta de que en la formación mendocina hay más de 8.000 millones de m3 de petróleo, de los cuales se podrían recuperar 238 millones de m3, lo que equivale a medio siglo de producción anual en la provincia. Según explican los funcionarios del área, estos números son una estimación "conservadora" basada en el menor conocimiento que existe de la geología de la formación al norte del río Colorado y todo indica que aún hay mayor cantidad de recursos aún sin evaluar. Por tal motivo, de acuerdo a la visión de los especialistas, la explotación de la cuenca al norte del río Colorado tiene el potencial para garantizar el abastecimiento interno y generar exportaciones, cuando se estima que en tres décadas la producción de crudo mundial comenzará a declinar y el recurso a escasear.

Hasta ahora, la refinería de Luján de Cuyo, con capacidad de procesamiento de más de 18.000 m3 por día, tiene serias limitaciones para abastecerse de crudo fuera de la cuenca cuyana y neuquina. De ahí, que el abastecimiento interno es clave en el territorio mendocino. Por eso, con la producción del yacimiento Vaca Muerta, la venta y logística del crudo producido en la región estaría garantizada más allá de los vaivenes del mercado internacional, se entusiasman las autoridades locales.

En marcha

Desde la gobernación ponen sobre la mesa las "señales" que están dando al mercado, más allá de la polémica con los ambientalistas por el desarrollo de la técnica del fracking. Así, indican que es clave "generar políticas claras que atraigan la inversión privada necesaria". Por tal motivo, destacan el Decreto 248/18 que detalla cómo serán las condiciones y controles ambientales para para que se desarrolle la estimulación hidráulica, ya que se trata de una zona poco porosa y casi impermeable.

Por otra parte, Mendoza tiene en mente la construcción de un parque de servicios en Pata Mora, con infraestructura vial, energética y servicios generales que facilitarán las operaciones. "Esto, sumando al mejor clima de negocios de la provincia y a la menor conflictividad sindical, generan un ambiente propicio para las petroleras", indicaron desde el Ejecutivo local.

Por su parte, ya se hizo efectivo el otorgamiento de la primera concesión de explotación no convencional (CENCH) a PETSA (petrolera El Trébol) para el yacimiento de Puesto Rojas, en Malargüe, que incluye "la aplicación de regalías progresivas que acompañan el riesgo de la operadora", explicó Guiñazú.

Explotación e inversiones

Actualmente, las inversiones petroleras en tierra cuyana oscilan entre los 500 y 800 millones de dólares anuales. En tanto, producir los casi 240 millones de metros cúbicos de crudo que dejaría Vaca Muerta en Mendoza suponen un desembolso de más de 20.000 millones de dólares.

El proyecto piloto de extracción de crudo ya está en marcha. Lo desarrolla la firma Phoenix con PETSA, una de sus subsidiarias en el país, con 70 millones de dólares invertidos. Asimismo, ya ha fracturado 15 pozos con más de 60 etapas de fractura y programa el comienzo de su primer pozo horizontal en el 2019.

 

 

También YPF se encuentra realizando estudios de impacto ambiental para dos proyectos piloto no convencionales en los yacimientos de Paso Bardas Norte y Cañadón Amarillo y CNVIIA.