Vaca Muerta: luces y sombras de los número uno bajo el reflector

Vaca Muerta: luces y sombras de los número uno bajo el reflector

La AOG, el mayor evento de la industria energética, reflejó el presente de la actividad: la muestra tuvo una edición récord pero los CEOs advirtieron sobre la necesidad de reglas claras que el yacimiento.

 

La reciente Argentina Oil & Gas Expo (AOG) fue récord. El evento, el más importante de la industria petrolera local, tuvo más de 25.000 visitantes, cifra inédita en las 12 ediciones que se realizaron de la muestra. También, a lo largo de tres jornadas, sirvió como plataforma para que los número uno del sector plantearan sus ejes y preocupaciones. Y, sobre todo, reiteraran el pedido de reglas claras, políticas estables y una visión de largo plazo.

 

 

En la conferencia que dio inicio al evento, el presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), Ernesto López Anadón, destacó la presencia de 450 empresas expositoras, a pesar de la difícil coyuntura económica que afecta a la industria. Por su parte, el Secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, hizo foco en el aumento sustancial de las inversiones en Vaca Muerta en estos últimos tres años.

 

 

Es que uno de los mayores aires de cambio que trajo el gobierno de Mauricio Macri hacia fines de 2015 estaban destinados al desarrollo de la formación. Desde 2010, cuando empezaron los descubrimientos de recursos no convencionales en la Cuenca Neuquina, su actividad está en el debate público. En enero de 2017, el Presidente anunció un acuerdo entre Nación, la Provincia de Neuquén, sindicatos y empresas para atraer inversiones. La Secretaría de Energía resume este logro en el siguiente resultado: mientras que, en 2015, la actividad de Vaca Muerta se limitaba a realizar 100 fracturas por mes (todas, a cargo de YPF), hoy en día, el panorama es completamente distinto. Se llevan a cabo 600 fracturas mensuales, distribuidas entre 11 empresas (todavía, con predominio de YPF).

 

 

Mientras que, en 2015, la actividad se limitaba a realizar 100 fracturas por mes (todas, a cargo de YPF), hoy el panorama es completamente distinto. Se llevan a cabo 600 fracturas mensuales, distribuidas entre 11 empresas.

Sin embargo, según López Anadón, aún queda mucho trabajo por hacer. "Para que una cuenca tenga impacto a nivel internacional, tiene que producir 500.000 barriles de petróleo por día. Y, hoy en Vaca Muerta, estamos produciendo 70.000", dimensionó.

 

 

Dado el potencial con el que cuenta el yacimiento, los empresarios son bastante optimistas con respecto al desarrollo de la mayor formación no convencional del país, la segunda mayor reserva de gas no convencional del planeta y la cuarta de su tipo en petróleo.

 

 

Durante las tres jornadas en las que se desarrolló la conferencia "Encuentro con los CEOs", los número uno del sector explicitaron sus visiones sobre las políticas que cualquier gobierno debería definir con respecto a ese recurso. "Creo que hay consenso entre los distintos partidos políticos de que el desarrollo de Vaca Muerta es política de Estado y no de gobierno. Requiere compromisos de exportación a largo plazo y estabilidad macroeconómica", planteó Alejandro Bulgheroni, chairman de Pan American Group, en una de sus escasas disertaciones públicas (ver aparte).

 

 

Daniel De Nigris, de Exxon Mobil, resaltó la importancia de que las condiciones se mantengan estables.

Shell es una de las que más apuesta al futuro del shale en Vaca Muerta. En mayo de este año, anunció una inversión de u$s 3000 millones en tres desarrollos masivos (Cruz de Lorena, Sierras Blancas y Coirón Amargo Sur Oeste). Su presidente, Sean Rooney, es optimista con respecto a la evolución de la Cuenca Neuquina e hizo foco en la suma de esfuerzos de todos los actores de la industria para hacer sustentables a los no convencionales del país.

 

 

Una de las problemáticas que protagonizaron el evento y que también tiene que ver, tanto con el desarrollo de Vaca Muerta como con la inestabilidad económica del país, fue el pedido de postergación de plazos para la licitación de la primera parte del Gasoducto del Centro, que abarcará el tramo Vaca Muerta - Salliqueló. Las interesadas en el proceso pidieron una prórroga de 60 días para la licitación, debido a la dificultad de proyección y acceso al financiamiento para la obra en este contexto. La fecha de apertura de ofertas se extenderá hasta el 12 de noviembre, dos semanas después de la elección presidencial.

 

 

En junio de este año, el Presidente anunció un llamado a la licitación para construir el gasoducto a fin de facilitar la evacuación de la producción de Vaca Muerta. La obra está prevista para conectar la cuenca neuquina con Saliquelló, el Gran Buenos Aires y parte del Litoral. El proyecto contempla la construcción en dos etapas: la primera, cuya licitación fue prorrogada, tiene un costo de u$s 800 millones y abarcaría el gasoducto troncal hasta la primera localidad (Saliquelló). El objetivo de esta construcción es evitar el cuello de botella en la evacuación de gas, que podría generarse por la tendencia creciente que presenta su producción.

 

 

"Para que una cuenca tenga impacto a nivel internacional, tiene que producir 500.000 barriles de petróleo por día. Y, hoy en Vaca Muerta, estamos produciendo 70.000", señaló el presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), Ernesto López Anadón

Los CEOs de las principales energéticas del país dejaron explícita a una próxima gestión la necesidad de infraestructura para que el yacimiento siga funcionando. "El desarrollo solo ha tenido tope por la falta de capacidad de transporte y el consumo", manifestó Javier Martínez Álvarez, presidente de Tenaris Cono Sur. Su colega Daniel González, CEO de YPF, complementó: "Si queremos un desarrollo fuerte, vamos a necesitar la planta de licuefacción y tenemos que crear las condiciones del punto de vista regulatorio para posibilitar una inversión de este tipo".

 

 

"El LNG es la gran oportunidad para la Argentina", aseguró Mariano Gargiulo, CEO de Baker Hughes South American Region. "Este tren ya está en marcha y es muy difícil detenerlo. Hoy, Vaca Muerta va a 30 kilómetros por hora. Podría ir a 300. Cuando haya 1000 pozos, la inercia ya será difícil de detener", graficó.

 

 

"Hay que ser más competitivos para poder entrar en el mismo portfolio que las empresas que están compitiendo hoy. Para esto, es importante que las condiciones se mantengan estables, donde el precio internacional y el costo sea lo que se pueda comparar", observó Daniel De Nigris, lead country manager de ExxonMobil en la Argentina. "La geología de Vaca Muerta es igual o mejor que el Permian. No hay duda", afirmó.

 

 

"Lo más importante es tener estabilidad en las reglas. Las que sean. Pero que sean estables. Suena absurdo que estemos importando gas. Todavía no hay señales de precio que se perpetúen en el tiempo. Eso es lo que permitirá invertir con certeza", expresó Horacio Turri, director ejecutivo de E&P de Pampa Energía. "Reglas estables, seguridad jurídica, medidas fiscales que ayuden y en las que no prime el cortoplacismo. Hay que separarlo y tener una mirada de largo plazo. Este es un momento sensible y muy crítico. No tener esas cosas definidas, hoy, afectan a las inversiones en el campo", señaló Germán Macchi, country manager de Pluspetrol, quien enfatizó: "Cualquier negocio necesita productividad, competitividad y precio que lo justifique".

 

 

Reglas claras

Uno de los temas que más preocupa a los empresarios de la industria son las consecuencias del Decreto de Necesidad y Urgencia 566/2019, que firmó el Presidente en agosto, luego del resultado de las PASO. La medida consistió en establecer las entregas de petróleo crudo en el mercado local durante 90 días, debían ser facturadas y pagadas a un precio convenido entre las empresas productoras y refinadoras al 9 de agosto último. El tipo de cambio de referencia para ese entonces era de $ 45,19. La medida apunta a congelar el precio del combustible para evitar el traslado de la suba en bienes o servicios de la canasta básica.

 

 

YPF, la energética de mayoría accionaria estatal y con gran poder de mercado, decidió, a los pocos días, trasladar los costos del decreto a través del congelamiento de contratos en dólares con sus proveedores de servicios. Mediante un anuncio a sus proveedores, manifestó su intención de mantener vigentes los contratos, pero reconociendo una cotización de $ 45,19 por dólar para estos pagos. Luego, esta decisión fue tomada como referencia por otros players.

 

 

Germán Macchi, de Pluspetrol.

González, el CEO de YPF, se refirió al tema justificando que es importante resolver pronto esta situación. "El Gobierno ha empezado a tomar algunas medidas para sacarnos del congelamiento. Hoy, tenemos un atraso del 20% de los combustibles y el precio del petróleo comparado con parámetros internacionales. Eso nos ha hecho a todos restringir un poco la actividad". Por su parte, Manfred Boeckmann, director de Wintershall DEA en la Argentina, advirtió: "Desde 2018, se registró una secuencia de intervenciones en el sector de gas, como, por ejemplo, la pesificación del precio para el segmento regulado. Estamos acostumbrados a gestionar cambios en los ciclos de largo plazo. Pero, con tantas modificaciones en las regulaciones, se vuelve muy difícil".

 

 

No es un tema menor. La extracción, refinación, producción, transporte y comercialización del petróleo y gas es uno de los motores más importantes para el desarrollo económico argentino. Representa el 85% de la matriz energética, lo que significa que es una de las principales fuentes de energía del país. Además, el sector de oil & gas facilita la diversificación de la matriz productiva, a través de la estimulación del desarrollo industrial, ya sea como simple proveedor de energía o como materia prima para producciones como la petroquímica. Además, en términos macroeconómicos, el petrolero es, junto con el agrícola, uno de los dos sectores que más divisas proveen al país.

 

 

El posible cambio de gobierno genera incertidumbre. Desde el sector, hay una agenda firme. Pero, sobre todo, un reclamo de un marco regulatorio estable y previsible, un entorno fiscal competitivo y sostenible, y mejoras de infraestructura. La respuesta quedará para más adelante.

 

 

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