Aunque es un secreto a todas voces, la reventa de combustible en la ciudad de Salto sigue siendo algo “normal” en ese departamento, inclusive muchos de los lugares que venden combustible sin habilitación, se identifican con los clásicos carteles “HAY NAFTA”.

La última información a la que accedió Surtidores es que en el departamento aproximadamente unos 200 lugares comercializan combustible en forma ilegal, ya que según la URSEA los únicos establecimientos habilitados para surtir combustible son las EE.SS., que se encuentran  registradas y son fiscalizadas por la URSEA,  únicas que han celebrado contrato con los distribuidores y están autorizados para el expendio correcto de combustibles.

VENTA EN CASAS DE FAMILIA ES ILEGÍTIMA SEGÚN URSEA

La propia URSEA establece que en las ciudades “es ilegítimo el almacenamiento de combustible para la venta y la comercialización a terceros por fuera de los circuitos habilitados de distribución o comercio”.

La situación en este departamento  -según fuentes del lugar- se agudizó desde la entrada en vigencia del decreto que prohíbe el uso de efectivo entre las 22.00 y las 06.00, con la particularidad de que esta modalidad de venta de combustible en casas de familia o pequeños comercios, se ha extendido a otros lugares como por ejemplo Canelones.

PRECIOS DE VENTA DEL COMBUSTIBLE

Surtidores pudo confirmar que la venta de combustible en casas de familia o pequeños comercios tiene dos modalidades. Una de ellas es cuando se hace en botellas en pequeñas cantidades a veces hasta de a medio litro (en general para los bi rodados) y puede costar entre 30 y 35 pesos.

La otra –que podría considerarse a mayor escala- es cuando el combustible se adquiere con Tarjeta de Crédito o Débito con un 24 por ciento de descuento en las zonas fronterizas y luego se vende al cliente traspasándole una parte del descuento con la particularidad de que el pago es cash.

Para poner números, el litro de Nafta Super cuesta $ 55 el litro si se le aplica un 24 por ciento de descuento, queda en $ 42 el litro que luego es vendido en $ 50 al cliente.

OPINA LA UNVENU

Federico de Castro, gerente de UNVENU dijo al matutino EL PAÍS, al respecto de este tema que se trata de comercio informal “en donde no entra el Estado ni ningún organismo controlador, son zonas grises. La industria ve con preocupación la venta clandestina de combustible porque con el tiempo el fenómeno ha ido aumentando”.

“Lamentablemente estamos encontrando que en algunas localidades, incluso en zonas de Montevideo, hay puntos de venta informales que también lo hacen.  No se ha medido, porque al ser ilegal es difícil, pero la percepción que tenemos es que ha ido aumentando” sostuvo De Castro al matutino.

Para De Castro, “muchas veces el producto que te venden estos negocios informales está adulterado y el cliente lleva algo que no es lo que supuestamente quiere comprar. De esta forma, le ganan por vendértelo más caro y además por adulterarlo con otros líquidos“.

Ante algunas versiones que aseguran que la URSEA no ha tomado cartas en el asunto ni efectúa inspecciones, Surtidores consultó al organismo a través de su página web pero al cierre de esta edición no se tenía respuesta.