El titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay, Alejandro Nario, aseguró ayer que la instalación de una nueva papelera sobre el río Negro no tendrá impactos ambientales sobre el río Uruguay. La aclaración se prudujo luego de que el embajador argentino en Montevideo, Guillermo Montenegro, reclamara controles conjuntos antes de instalar la planta. El funcionario oriental dijo que de cumplirse la normativa vigente, “todo indicaría que no” se vería afectado el río binacional, ya que si se respetan los valores de calidad de agua para el río Negro, automáticamente se alcanzan las condiciones exigidas para el Uruguay.

“El punto de exigencia es el propio Río Negro. No tengo por qué exigirle distinto al río Negro que al río Uruguay. A los habitantes, la naturaleza o los ecosistemas no les interesa si es el río Uruguay o el río Negro: tenemos que hacer cumplir la normativa en todos los cursos del Uruguay”, aseveró la autoridad ambiental.

El director de Medio Ambiente del vecino país dijo que “en términos generales” Uruguay está bien preparado para poder albergar un proyecto similar a las dos plantas de celulosa ya existentes

“Uruguay ya pudo analizar dos plantas y hacer el seguimiento sin ninguna afectación ambiental a dos emprendimientos que son más chicos, pero que son de tecnología similar. El nuevo será superior, porque al avanzar el tiempo siempre se van incorporando mejoras”, expresó el funcionario.

El lunes Montenegro había dicho que notificar a la Argentina sobre la instalación de la nueva planta de UPM no es un tema de soberanía sino de buena vecindad, ya que la relación bilateral “está pasando por un muy buen momento”.

Más allá de los roces, la noticia potencia la política oriental en la materia por sobre la desarrollada en el país.