Urtubey invita a invertir en tierras aún vedadas a la producción

Urtubey invita a invertir en tierras aún vedadas a la producción

El Gobernador se reunió con empresarios suizos y los invitó a invertir en las tres millones de hectáreas que Salta tiene por la expansión agropecuaria. Son tierras inmovilizadas por la indefinición del Ordenamiento Territorial.

Juan Manuel Urtubey participó la semana pasada de en un almuerzo en el Hotel Palacio Alvear, junto a la presidenta de la Confederación de Suiza, Doris Leuthard y una delegación de empresarios suizos, para abordar los principales aspectos de la economía salteña con el objetivo de vincular a los empresarios de ese país con los funcionarios argentinos.

Urtubey habló sobre las potencialidades de Salta, comentó el último informe de la Agencia de Desarrollo de Inversiones que sitúa a la provincia como la tercera jurisdicción en el país en términos de proyección de inversiones por US$ 4.300 millones y sostuvo que “el eje está puesto no sólo en energías renovables y el potencial minero sino en la posibilidad del desarrollo de la agroindustria”.

Durante ese encuentro, Urtubey ofreció tres millones de hectáreas existentes en Salta para la actividad productiva e indicó que con el Gobierno nacional se trabaja en normativas al respecto sobre tenencias de las tierras. Se refirió a la actividad ganadera y lechera, en este último caso con crecimiento a pesar de la crisis en otras regiones de Argentina.

Sin embargo, esas tierras que la Provincia obtuvo por la expansión agropecuaria están improductivas desde hace una década porque no hay definiciones sobre el uso sustentable. Mientras tanto, toda esa franja está degradada por el sobre pastoreo constante al que son sometidas.

El ofrecimiento resulta ambicioso y desmedido, dado que todos los proyectos productivos que se plantearon para la zona resultaron en vano porque no se resolvió qué se permitirá y qué no. Si el ofrecimiento a los suizos acelera los procedimientos, y permite el desarrollo económico de una de las zonas más pobres del país, pues bienvenido sea.

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