Urtubey y Capitanich ya se pelean por el control del PJ

Urtubey y Capitanich ya se pelean por el control del PJ

El salteño habla con Macri y promete institucionalidad. El chaqueño plantea una renovación progresista.

Juan Manuel Urtubey y Jorge Capitanich comenzaron a pelear por el control del Partido Justicialista, en crisis por una derrota en la elección presidencial, sumada a la primera caída en 28 años en la provincia de Buenos Aires.

La pelea podría materializarse pronto si, como se presume, el derrotado Eduardo Fellner renuncie a la presidencia del Partido Justicialista y sea necesario elegir autoridades. Se verá si Sergio Massa y José Manuel de la Sota quieren retornar. 

 

El gobernador de Salta volvió a marcar diferencias con el Gobierno. "Hoy es el momento en que habla la gente. Argentina va para adelante. A partir de ahora vamos a tener el mapa político definido para comenzar a trabajar en búsqueda de mejorar los recursos que Salta necesita para crecer”, planteó.

 

Urtubey fue uno de los gobernadores que celebró cuando Cristina Kirchner eligió a Daniel Scioli como único candidato del Frente para la Victoria, pero en el transcurrir de la campaña la relación entre ambos fue empeorando.

 

Nunca entendió sus estrategias, que viraron desde un kirchnerismo ortodoxo a un antimacrismo exacerbado tras el fatídico 25 de octubre. Ese día, Scioli ni siquiera esperó a los gobernadores para salir a hablar en el Luna Park.

 

El salteño comenzó a trabajar en la transición desde ese mismo día como si el ballotage fuera innecesario.

 

Habló con Mauricio Macri y le anticipó que buscará una “oposición constructiva”, a través de los gobernadores y sus legisladores, que en ese esquema se dividirían de cualquier nostalgia kirchnerista.

 

“Scioli es un pelotudo. Su campaña es un desastre y yo le dije que iban a perder”, repitió ante dirigentes que le preguntaron por su actitud.

 

Pero su camino para liderar el peronismo no está allanado. Peleará por ese lugar Jorge Capitanich, intendente de Resistencia pero ganador en Chaco a través de su ladero Domingo Peppo.

 

Mañana empezará a chapear haber sido uno de los mandatarios que más votos le garantizó a Scioli en su provincia , que además será una de las pocas con una capital administrada por un peronista. 

Será un buen argumento para pelearse con Urtubey, porque en Salta Scioli no habría hecho una buena elección y la capital de esa provincia la gobierna Gustavo Sáenz, aliado de Sergio Massa.  

 

“Acá el problema central es el baño de humildad (SIC). Muchos dirigentes se calzan jinetas que no les corresponden, entonces no tienen la humildad de salir a competir con el territorio”, atacó Capitanich hace unas semanas, un palo que pareció estar dirigido a La Cámpora.

 

“Yo vengo diciéndoles a todos los gobernadores nuestros y dirigentes que estamos perdiendo capitales y grandes ciudades. Todos quieren ser desde el Papa hasta secretario general de las Naciones Unidas. Entonces así, se pierden los mecanismos de contacto real y directo con la gente”, disparó.

Cerca del chaqueño creen que buscará ser una alternativa de centroizquierda dentro de la dirigencia del peronismo, para evitar una confrontación con los resabios del kirchnerismo. 

"Urtubey es la derecha del peronismo. No tendrá lugar con Macri en el Gobierno", explican los chaqueños, que nunca confiaron en Scioli. Es la pelea que empieza mañana.

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