A lo largo de dos jornadas se sintió un vaho similar a veneno. Desde la planta aseguraron que fue un residuo de estaciones de servicio no perjudicial para la salud. La Municipalidad no intervino.
Entre el jueves 14 y el viernes 15 de enero la planta de Recycomb, ubicada en el acceso a Uribelarrea, emitió un fuerte hedor a productos químicos que generó no sólo malestar sino preocupación entre las familias que viven cerca de la planta industrial.
La nube olorosa se extendió sobre gran parte del casco urbano, llegando hasta las viviendas ubicadas cerca del colegio Salesiano Don Bosco.
Los vecinos que se comunicaron con El Ciudadano para denunciar un presunto escape de sustancias químicas señalaron que los olores son frecuentes, incluso durante la noche, pero que entre el 14 y 15 de enero excedieron los niveles habituales.
Este medio realizó una consulta ante los responsables del grupo Loma Negra, quienes prefirieron no hacer declaraciones. Sin embargo, allegados a la firma asentada sobre la calle Valeria Crotto revelaron que el olor fue producido por barros de tanque de estaciones de servicio que ingresaron a la semana pasada a la planta industrial.
“La planta recibe residuos industriales previamente testeados. Antes de recibir cualquier sustancia se toma una muestra y se hace un análisis de laboratorio para determinar si es apta para ser procesada. Si bien el estudio es muy estricto, lo que no se testea es el olor”, detalló la fuente.
De acuerdo a ese relato, a mediados de la semana pasada ingresaron tres camiones volcadores con barro negro procedente de los tanques de estaciones de servicio, un residuo bastante habitual. De uno de los camiones, al levantar la lona, se desprendió un fuerte olor que fue arrastrado por el viento hacia la zona poblada.
“Si bien fue algo molesto, no era ninguna sustancia perjudicial para la salud. Pensamos que al hacer contacto con agua hizo alguna reacción química”.
Tras el incidente, representantes de la empresa tomaron contacto con los vecinos más cercanos para brindar una explicación de lo ocurrido y llevarles tranquilidad.
Inaugurada en 1996, la planta de Recycomb recepciona todo tipo de desechos combustibles (pinturas, aceites, derivados del petróleo, etc.) que se mezclan para producir Recyfuel, un poderoso combustible líquido de alto valor calórico destinado a los hornos de cemento de Loma Negra. No se reciben productos tóxicos, por ejemplo el PCB de los transformadores eléctricos.
NO HUBO ACTUACIONES MUNICIPALES
Ante una consulta de El Ciudadano, el subsecretario de Política Ambiental, Horacio Asprea, dijo que su oficina no recibió ninguna denuncia por parte de los vecinos de Uribelarrea referida a olores o ruidos en Recycomb. “No estamos enterados de nada, nadie nos llamó para denunciar alguna anomalía” dijo Asprea. Tampoco el Destacamento Policial, ubicado a escasos metros de la planta, recibió denuncias, aunque uno de sus efectivos confirmó a El Ciudadano que se habían sentido olores muy penetrantes.
Asprea recordó que en los últimos días sólo intervinieron en una planta papelera de Máximo Paz y en el criadero avícola Don Ezra del barrio Santa Anita.
Asimismo, Asprea adelantó la inminente clausura de otra granja que no está inscripta en el Senasa. Ubicada en una zona no apta para la explotación avícola, también genera importantes molestias a los vecinos.
“Este año estamos mucho mejor con los olores. Estamos controlando de manera más estricta con una serie de parámetros que implementó Acumar”, explicó Asprea.
Comentá la nota