Se trata del primer Doctorado en Ingeniería Química de toda la provincia. Esta carrera se orienta al desarrollo de un espacio académico multidisciplinario dirigido a ofrecer un marco de formación de posgrado sólida y pertinente.

Se pretende formar egresados capaces de desarrollar investigaciones que representen avances significativos en el campo de la Ingeniería Química y que, a través del fortalecimiento de la formación teórica y la aplicación a problemas específicos de la disciplina en la frontera del conocimiento actual, permitan ampliar los recursos y capacidades en la solución de las problemáticas complejas de la ciencia y la tecnología actuales.

El plan de estudios de la carrera es semiestructurado y la modalidad es presencial. La estructura curricular establece un plan de cursos que se agrupan en básicos (obligatorios) y de formación específica. Los primeros requieren 240 horas de cursos básicos y un curso de Epistemología, y los de cursos de Formación Específica un mínimo de 280 horas de cursos que se seleccionarán de acuerdo al plan de tesis.

“Estamos felices por la aprobación del Consejo Superior y por la forma en cómo lo aprobó. Fue una aprobación unánime y con muy buenos comentarios por parte de los consejeros que usaron la palabra. Esto es un viejo anhelo que llevó varios años de preparación hasta que se dieron las condiciones y lo pudimos concretar y armar. Creo que va hacer algo muy bueno para la Facultad”, explicó Daniel Ardissone, responsable del proyecto. 

En relación a los objetivos, el profesor explicó que los propósitos principales son formar profesionales con formación en posgrado fuerte e incentivar y trabajar para la investigación con trasferencia.

“Ahora estamos en la plena tarea de llenar todos los formularios que hay que llenar. Si CONEAU da su aprobación el año que viene se podría comenzar a inscribir. Todo depende de CONEAU”, concluyó.