Universidad nacional y popular

Universidad nacional y popular

La Universidad Nacional de Formosa ha recibido el aporte desde el gobierno provincial del Dr. Gildo Insfrán de los recursos necesarios para la construcción y remodelación de módulos edilicios y erigir laboratorios de enseñanza e investigación. 

En la concreción de la alianza estratégica entre el sector productivo, la educación y el mundo del trabajo la creación del Instituto Universitario de Formosa, con sede en Laguna Blanca, brinda ofertas educativas para los jóvenes principalmente del interior, con becas de estudio en muchos casos.

Necio sería no entender esta acción en el marco de una concepción, que posibilitó la reconstrucción de la Argentina, corroída en sus bases por la aplicación por una década de letales políticas neoliberales.

Para ello fue necesario entonces:

- fortalecer la convicción que la educación y el conocimiento son bienes públicos, derechos personales y sociales y por consiguiente deben estar garantizados por el Estado.

- La determinación de no permitir más un modelo de subordinación ideológica, de coloniaje cultural y dependencia económica.

Los hechos concretos son innegables:

- En materia de presupuesto el 6,5 del PBI es destinado para educación representando esto "un aumento del 600% del presupuesto universitario".

- El incremento en un 550% del presupuesto para el área de ciencia y tecnología.

- Y el incremento de los salarios docentes en un 560%, y los no docentes en un 1.100% del 2003 a la fecha.

- La multiplicación de las becas del Conicet que estimulan y jerarquizan la función docente y de la investigación.

- Además, hemos sido testigos todos los argentinos de la habilitación de nuevas Universidades, sabemos lo importante de esta acción, ya que allá por fines de los años 80 conocimos el sabor del veto presidencial que intentó negarnos la posibilidad de tener esta Casa de Altos Estudios, que pretendió condicionar el futuro de miles de formoseños.

La contundencia de estas diferencias definen las prioridades de un gobierno nacional y popular.

El desafío es profundizar lo realizado y dar el debate acerca de qué universidad necesita la Argentina y en ella Formosa:

- Que privilegie el desarrollo del pensamiento nacional y latinoamericano,

- Que promueva la formación universitaria en consonancia con el desarrollo productivo, económico, social y cultural de la Nación y en ella de nuestra provincia.

- Que genere estrategias que apunten a una toma de decisiones participativa, ágil y permanente para mejorar las funciones propias de la Universidad: la enseñanza, la investigación y la extensión.

- Que gire hacia un modelo institucional flexible, abierto y sensible a las necesidades de la sociedad atendiendo las particularidades de su entorno, su idiosincrasia, su historia particular y sus necesidades.

Los cambios, que ya se han producido en la sociedad del conocimiento, exigen a la Universidad transformaciones inéditas, mucho más profundas que las experimentadas en el s XVI.

Está demostrado, la agenda de la educación superior en Argentina hoy tiene que ver con la expansión del sistema universitario, el sostenimiento del financiamiento y alcanzar un estadio mayor al voluntariado que se concrete con la incorporación a las currículas de asignaturas relacionadas con la solidaridad, pues nadie se realiza en una sociedad que no se realiza.

Permítanme ahora reflexionar orgullosamente como egresada de grado y posgrado de esta Casa de Estudios:

No basta con la pertinencia académica de las carreras, es preciso fortalecer la pertinencia social, es decir la voluntad de transferir los conocimientos para asegurar el bienestar del pueblo en general.

Es necesario superar el paradigma atomístico para insertarnos en un modelo complejo de interacciones. Las unidades académicas monodisciplinarias, el academicismo y el corporativismo endogámicos son letales para el futuro de las nuevas generaciones. 

En nada aporta el enunciado de las dificultades cuando somos parte del sistema y estamos implicados en la formación de los profesionales que se desempeñaran en la sociedad, nos transformamos en meros denunciadores.

A mis respetados docentes ayer y queridos colegas hoy:

Los que entendemos a la educación como el nuevo rostro de la Justicia social, como una estrategia de fortalecimiento de las potencialidades nacionales, como proceso de disminución de la desigualdad; si la concebimos como un medio para promover el desarrollo económico, mejorar la calidad de vida y la realización social y personal de los ciudadanos, coincidiremos en la importancia de que sea el Estado quien asuma plenamente un rol protagónico, como proveedor, regulador y garante de la educación y de su calidad y vaya que Formosa ha dado muestra de ello.

La Universidad argentina tiene un sesgo inigualable en el resto de América latina, que es su gratuidad. Decidir que la educación fuera gratuita en todos sus niveles nos ha hecho distintivos y ha generado esta calidad de recursos humanos que todos nos reconocen.

Estamos en deuda con la Universidad pública, en este país donde el Estado es garante de la gratuidad de la enseñanza debemos devolver parte de lo que hemos recibido, Formosa confía en nuestro aporte.

El contexto económico y social exige calidad y pertinencia, respuestas locales a problemas reales, "" la riqueza de la sociedad del siglo XXI no dependerá de los bienes de capital ni de los bienes materiales que posea o produzca, sino de la acumulación de conocimientos o capacidad de producirlos. Los recursos naturales han desaparecido de la ecuación competitiva. Tenerlos no es un modo de enriquecerse. Carecer de ellos tampoco es un obstáculo para enriquecerse.

El Estado sigue siendo el único actor histórico capaz de asegurar el crecimiento, mantener políticas de ingresos, de salud, de educación, de inversiones en viviendas o en obras públicas destinadas a estimular la integración social, el empleo y el bienestar colectivo.

Los insto a redoblar el desafío, ese que nos lleva a re - significar el contenido y nuestro papel en el sistema.

Tenemos en nuestras manos la oportunidad de poner en acción la transformación sobre las que tantos han teorizado. Participemos del proceso electoral que este 7 de mayo refuerce el afianzamiento institucional que nuestra UNaF necesita y merece.

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