Las unidades sanitarias del Municipio, en terapia intensiva

Las unidades sanitarias del Municipio, en terapia intensiva

En el Centro de Salud Nº 7, en Villa Elvira, los médicos denuncianLa imágen de la desvaída Unidad Sanitaria Nº 5 de City Bell, habla por sí sola. (Foto diario Hoy / M.A.)Se cae el techo en el Centro de salud N3 de San Carlos, ubicado en 45 entre 146 y 147.

Según un relevamiento realizado por Hoy, los 45 centros comunales de La Plata carecen de insumos, profesionales y mantenimiento edilicio. La explicación se halla en los escasos $228 millones del presupuesto total que el Ejecutivo local destina a la Salud. De ellos, se ejecutarían apenas $136 millones, con un recorte aproximado de más de $90 millones. Mientras, negociados ineficientes como el de la basura insumen $600 millones

En diciembre pasado, el Ejecutivo platense logró que el Concejo Deliberante aprobara el Presupuesto municipal en poco más de $3.418 millones, de los cuales $228.841.193,29 fueron pensados para destinar a la Secretaría de Salud. Es decir, apenas 6,69% del total que, peor aún, estaría subejectutándose en otros fines, con lo que, con suerte, al final del año el intendente Julio Garro habrá aplicado solo el 4% de los fondos comunales en materia sanitaria: unos $136 millones, lo que daría un recorte aproximado de $93 millones que deberían aplicarse en Salud, pero que la Comuna no informa a dónde van.

En el terreno de las promesas y la campaña, parte de los $228 iniciales que el Municipio presupuestó iban a destinarse a solucionar el problema estructural de las 45 unidades sanitarias platenses pensadas para atender la situación de los grupos sociales más vulnerables, pero que están literalmente en emergencia. Así lo atestigua el relevamiento realizado por Hoy: la infraestructura, desde las paredes al techo, es crítica. Los médicos, que denuncian “sueldos indignos”, “faltante de insumos”, no alcanzan para cubrir las 24 horas y hay áreas claves que carecen de profesionales; mientras que la denominada “caja chica” -una pequeña “alcancía” para costear imponderables que van desde el arreglo de cloacas a la compra de medicamentos-, tal como reconocieron los titulares de distintos centros de salud, hace honor a su nombre con sus paupérrimos fondos: $3.000 mensuales. 

La subejecución

Para el médico y exprecandidato a intendente, Claudio Pérez Irigoyen (UCR), es “claro” que hay “una subutilización de la partida presupuestaria que debería destinarse a la salud”, mientras que, sobre el estado de las unidades sanitarias, puntualizó a Hoy que “el deterioro es muy grande. Escasean insumos y profesionales por falta de recursos, porque los sueldos son bajos y no atraen personal. Todo esto va contra en detrimento de una calidad sanitaria de excelencia”.

Pérez Irigoyen, que, como parte de la alianza Cambiemos ha tenido no pocos cortocircuitos con Garro, destacó que no logra ponerse “de acuerdo” con la gestión gobernante por este “gran déficit en la materia, por las demoras en las respuestas y por la ineficiencia para resolver la problemática social desde una mirada integral”.  

En una línea similar, el concejal del GEN, Gastón Crespo, advirtió a nuestro medio que, así como “preocupa lo poco que la Comuna invierte en Salud, más grave aún es que subejecute ese presupuesto”, al tiempo que aseveró que “esta es una situación que se repite en todas las secretarías del Municipio, que también gasta menos de lo que tiene que destinar a áreas como Educación o Desarrollo Social”.

A su vez, Crespo ratificó lo que nuestro medio pudo comprobar en su recorrida por las unidades sanitarias: “Están en muy mal estado y con el correr del tiempo, cada vez peor, porque no hay un plan de mantenimiento o mejoras en infraestructura. Ni hablar de la falta de insumos y profesionales”, alertó.  

¿En qué se van los millones que deberían afectarse a la salud de los platenses, que podrían utilizarse, por ejemplo, para revertir la humedad del centro Nº 42, de San Carlos; reparar el cielo raso del Nº3, de calle 45, entre 146 y 147; corregir el ineficiente servicio de luz del Nº 15, de Tolosa; y para abastecerlas de insumos y profesionales?

¿Dónde están los $800.000 que, según pudo saber el diario Hoy, el Municipio destinó a la compra de pintura no reflejada en las desvaídas unidades sanitarias?

Las postales registradas por Hoy valen como indicios de que la salud no está entre las prioridades del gobierno local. Esto explica que, por ejemplo, mientras apenas un 6,69% del presupuesto total está afectado al área, se destine el 33% al ineficiente servicio de recolección de residuos, un contrato que le garantiza $600 millones anuales a la empresa Esur y que, a su vez, insume $500 millones de todos los platenses en el pago a cooperativas, tercerizando a trabajadores para que suplan las tareas que no realiza la compañía. A su vez, esto también explicaría la abismal diferencia entre los $136 millones que finalmente se terminarían destinando este año a la salud de los platenses y los $1.100 millones que configuran el negociado de la basura.

Del mismo modo, los $93 millones que el Ejecutivo estaría desviando desde la secretaría de Salud serían los que luego pagarían sobreprecios, por ejemplo, a las empresas encargadas de las demoradas obras de bacheo en la ciudad, donde el diario Hoy pudo comprobar pagos de hasta casi $20 millones por encima del presupuesto oficial.

Frente a estas inquietudes, huel­ga decir que las respuestas del Municipio volvieron a brillar por su au­sencia. En las postergadas “salitas”, los profesionales también se preguntan -¿cuándo llegará el Estado?-.Y esperan, desde hace nueve meses. 

La desidia estatal, en primera persona

Desde el Concejo Deliberante platense, la titular de la comisión de Salud, Raquel Krakover (Coalición Cívica), encabezó un relevamiento en las 45 unidades sanitarias y el resultado fue “catastrófico”. Así le confiró a Hoy el concejal del Frente Renovador, Luciano Sanguinetti, también integrante de la comisión, quien habló de una situación “dramáticamente deficitaria, sin cobertura médica las 24 horas y con un preocupante panorama edilicio”.

Según Sanguinetti, la gestión actual no avanzó “en nada” sobre la iniciativa de Krakover, que propone revertir esta situación “escuchando a los trabajadores de la salud, médicos y enfermeros que son los protagonistas que, a diario, luchan contra la falta de insumos, la mala infraestructura y los problemas de inseguridad”.

Fue este diagnóstico, precisamente, con el que se encontró nuestro medio al recorrer algunas de las “salitas”. Por ejemplo, la Nº 7, de Villa Elvira, donde todavía esperan ansiosos la llegada de un sillón odontológico. De hecho, actualmente trabajan con uno heredado del Hospital de Niños, donde se le dio de baja por obsoleto.

En el centro de salud Nº 42, de San Carlos o en el Nº3, de calle 45 entre 146 y 147, la humedad, el cielo raso deteriorado y vidrios rotos por los que se cuela el frío hablan por sí solos. 

En unidades sanitarias como las de Tolosa o City Bell, los cortes en los suministros de gas y luz son frecuentes, por lo que las vacunas corren riesgo de perder la cadena de frío.

“Como si esto fuera poco, también tenemos pérdidas de agua”, completó el jefe del centro de salud Nº 17, de City Bell, Marcelo Bossia.

En el Nº44, de Los Hornos, la historia se repite: “Hay baja tensión y no podemos enchufar los artefactos. También tenemos problemas de humedad y pocos insumos”, confirmó la trabajadora social de ese centro, Laura Cecilia Gómez, quien además se mostró preocupada por la “inseguridad creciente; ya nos robaron tres veces y la última golpearon a la enfermera de turno, por lo que decidimos suspender el servicio nocturno”.

En tanto, todos coincidieron en la “precarización laboral y la ausencia de un sueldo digno”, según resumió la jefa del centro Nº25, de Ringuelet,Susana de Abasolo, quien, además, reclamó la ampliación del presupuesto, porque la caja chica, de $3.000 mensuales, es “pobrísima, con esa plata tenemos que comprar anestesia, agujas, jeringas, agua, picaportes. ¿Cómo hacemos?”, volvió a preguntarse, como desde hace seis meses, cuando el intendente Julio Garro asumió el compromiso de “recuperar” las 45 “salitas” municipales que hoy, como las imágenes lo demuestran, están olvidadas y a la deriva.

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