En los últimos 5 años, los precios subieron 148% en Mendoza

En los últimos 5 años, los precios subieron 148% en Mendoza

En marzo el IPC fue el más bajo del año (2,01%), pero solo como consecuencia de la desaceleración económica.

El exceso del gasto público y la siempre creciente emisión monetaria no son gratuitos. En los últimos cinco años, los precios de la economía mendocina crecieron 148,5% y la inflación está muy lejos de detenerse.

Así lo revela un estudio de la consultora Evaluecon, haciendo referencia a la evolución de los precios desde el año 2010 hasta el 2014 inclusive. En lo que respecta al 2015, el crecimiento inflacionario se ha desacelerado levemente, pero los expertos aseguran que no es un indicador positivo por un buen manejo de la economía argentina, sino que es el resultado visible del estancamiento de la actividad económica.

Los números relevados por la consultora muestran con claridad la tendencia de precios creciente de la última mitad de década y la muy tenue desaceleración del primer trimestre del 2015. En el año 2010, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Mendoza subió 24,77% respecto al 2009. En 2011 el aumento fue del 25,65%, en 2012 creció 24,64%, en 2013 se disparó a 30,09% y en 2014 llegó a 34,44%.

Sumando el IPC de los últimos años se deduce índice inflacionario del 139,59%, pero si se toma en consideración que cada año la base de precios es más grande, se obtiene que los precios en realidad aumentaron 148,55% en el periodo señalado.

En tanto, en el primer trimestre del 2015 la suba de precios se mantuvo siempre por debajo del 3%. Enero cerró con un incremento del IPC del 2,75%, febrero con 2,1% y finalmente marzo, con 2,01%. El promedio de inflación mensual, entonces, es de 2,28% en lo que va del año.

Los disparadores año a año

Si bien el principal detonante de la inflación en los últimos cinco años ha sido la emisión monetaria, cada año ha tenido sus propias variables que repercutieron en las subas de precios. José Vargas, economista y director de Evaluecon, explicó cuáles han sido los principales disparadores cada temporada.

En 2010, el economista describió un escenario a “inflación pinchada por el tipo de cambio”, que ya se mostraba retrasado, y expansión monetaria. Fue además un año caracterizado por la suba de precios de alimentos y bebidas, un dato no menor teniendo en cuenta su incidencia sobre el bolsillo de los consumidores.

En 2011 convivieron dos variables claves para el ritmo inflacionario. Por un lado, Vargas destacó la suba del precio de los combustibles y su influencia sobre el resto de los precios de la economía. Cabe recordar, que en marzo de ese año el Gobierno decidió desregular los valores de los combustibles en bocas de expendio, lo que permitió a YPF, la empresa más barata del mercado, a aplicar una suba del 22,45% en sus productos. Por otra parte, el economista reconoció un mayor empeño del Estado por incentivar el consumo, lo que sin duda también afectó a los precios.

En 2012 volvió a ser determinante la suba del precio de los combustibles (24,77% en YPF) y tomó protagonismo el dólar paralelo, que apareció en noviembre del 2011, luego de que el Gobierno anunciara las primeras medidas del cepo cambiario. “Además, hubieron muchos faltantes de stock”, recordó Vargas.

El año 2013 tuvo de todo. Se amplió considerablemente la brecha entre dólar oficial y paralelo (tocó al máximo histórico de 99,24%) y en la mitad del año se aceleró la devaluación del dólar, completando un aumento del 32% en todo el año. También “creció mucho la emisión monetaria y se produjeron subas de precios desmedidas entre el final de un acuerdo de congelamiento de precios y el inicio de otro”, observó el economista.

Por último, en 2014 la variable más influyente fue sin duda la devaluación de enero, que disparó los precios del primer semestre en todos los rubros. Uno de los aumentos más grandes lo tuvieron nuevamente los combustibles, que subieron 44% en el año.

Sin embargo, en los últimos meses del 2014, con la asunción de Vanoli al frente del BCRA, el dólar desaceleró su ritmo de crecimiento y “el Gobierno comenzó a utilizar al tipo de cambio como un ancla de la inflación”. También es importante mencionar que el Banco Central intensificó su estrategia de absorber pesos del mercado a través de letras y bonos.

Repasando los acontecimientos económicos de los últimos años, queda en evidencia que las malas decisiones de política económica de los últimos años han profundizado cada vez más el problema de la inflación, dejando una compleja tarea de normalización al próximo gobierno.

En marzo el IPC fue del 2,01%

En lo que va del 2015, marzo tuvo la suba más baja del Índice de Precios al Consumidor (2,01%), debido principalmente al enfriamiento de la economía.

“A fines del 2014 la economía se “amesetó”. Esa condición se ha mantenido en el tiempo y por eso las subas de precios son menos pronunciadas, aunque siguen siendo constantes”, indicó el economista José Vargas.

“En parte la desaceleración económica está relacionada al anclaje del tipo de cambio. Al no subir mucho el dólar, los precios también se mueven más lentamente, pero al mismo tiempo se está creando una bomba de tiempo cada vez más grande por el atraso cambiario”, observó el experto.

En relación a los precios, Vargas reconoció a los tres rubros que más subieron en el último mes. Se trata de libros escolares, útiles y papelería (24% de aumento), alimentos y bebidas (17%) e indumentaria (11%). Dentro de alimentos y bebidas, las frutas y verduras tuvieron la mayor incidencia, con un incremento del 34%.

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