El último acto político antes de elegir al rector

Las elecciones en la FUC marcarán el fin del apretado calendario electoral de la UNC y darán inicio a las negociaciones para ungir al sucesor de Carolina Scotto en el Pabellón Argentina. Juan Carlos Carranza.
Un observador de la política universitaria habla de la fuerza de los símbolos cuando se refiere a las elecciones en la Federación Universitaria de Córdoba (FUC).

Este domingo, será el congreso que consagrará a las nuevas autoridades de la FUC, la burbuja en la que habitan los estudiantes más politizados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

La victoria no decide nada en términos de la actual gestión de la Casa de Trejo, ni tampoco para la futura elección de rector, en marzo del año que viene.

Pero los triunfos políticos tienen una gran fuerza simbólica, y Franja Morada quiere aprovecharla frente a su archiadversario, La Bisagra, con el que paradójicamente comparte espacios en la gestión de la rectora Carolina Scotto.

Como la FUC es el último acto político antes de la elección de rector, el oficialismo mirará con atención las alianzas que puedan producirse.

No hay que olvidar que los estudiantes son la segunda fuerza electoral en la Asamblea Universitaria. De un total de 247 votos, los electores estudiantiles son 78.

La apuesta de Franja Morada es tener de su lado a las agrupaciones estudiantiles que en junio pasado fueron en alianza con La Bisagra, en ocasión de los comicios para elegir a los representantes estudiantiles de las facultades.

Si esto sucede, los estudiantes radicales darán a sus mayores más poder para negociar una candidatura para rector.

Constelaciones. En teoría, el próximo rector de la UNC debería surgir del oficialismo. L a cuestión es cómo hará el heterogéneo universo que respalda a Scotto para encontrar otra vez una misma ruta.

La cuestión es hallar al candidato que junte todos los votos para ganar. Scotto no puede ser candidata y tampoco quiere serlo. Para eso habría que llamar a una Asamblea Universitaria y cambiar los estatutos. Pero eso sería casi un suicidio político, dado que uno de los caballitos de batalla de Scotto y compañía fue, precisamente, limitar la reelegibilidad de los funcionarios universitarios.

Los nombres para suceder a Scotto no sobran. Además, ese candidato tendría que estar a tono con el contexto político externo: el kirchnerismo querrá dejar en el Pabellón Argentina a alguien afín.

La UNC es un polo estratégico (con los SRT incluidos) demasiado importante como para que quede en manos ajenas.

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