Las últimas llamadas que recibió Giselle, las claves de la investigación

Las últimas llamadas que recibió Giselle, las claves de la investigación
El rastreo de las llamadas que recibió Giselle Monje orientó la investigación. Ayer fueron detenidos dos sujetos, ambos pertenecientes al círculo íntimo de la víctima. El ex chofer de Omar Goye, Roberto y un empleado municipal, identificado como Eduardo Fernández, son las personas que fueron puestas a disposición de la justicia. Se levantaron rastros en la vivienda de Fernández, que serán investigadas por el laboratorio.

Cuando la investigación por la muerte de Giselle Monje parecía estancarse, la policía rionegrina realizó dos sorpresivos allanamientos en el barrio Alborada y en Casa de Piedra, donde detuvo a dos hombres que se habían vinculado con la víctima antes de ser asesinada.

Se trata de Roberto Bordón, ex chofer del Intendente destituido Omar Goye, y un “pañolero” del galpón de Dinara, Eduardo Fernández, beneficiario de un plan Argentina Trabaja.

Personal de la Comisaría 28 y Criminalística, de la policía rionegrina, y de un área técnica de la Gendarmería Nacional trabajaron ayer a la mañana en la vivienda de Fernández, utilizando tres químicos distintos para “levantar” manchas. El sistema utilizado es conocido como luminol, el cual permite detectar distintas manchas, incluso en lugares que ya fueron limpiados.

Fuentes del caso reconocieron que se levantaron distintas manchas que fueron enviadas a laboratorio, para determinar su contenido, aunque no fue posible establecer si eran de sangre.

Antes de iniciar las tareas técnicas, fue detenido Fernández en su vivienda de Elguea 150- del barrio Alborada- mientras que Bordón fue detenido al mismo tiempo en Casa de Piedra.

Giselle fue encontrada en un descampado del barrio Vivero y su cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición. Fue asesinada de dos puñaladas en el cuello que le provocaron la muerte por un shock hipovolémico, y presentaba además otras lesiones y golpes.

Los llamados

Al día siguiente del hallazgo, “El Cordillerano” publicó que serían fundamentales las llamadas que la víctima había recibido horas antes de morir, y ese dato fue el que orientó la investigación. Bordón y Fernández mantuvieron contacto con Monje varias veces antes de ser asesinada, y la policía investiga el tenor de esas comunicaciones.

Lo que ya no se descarta es que mantenía un vínculo con ambos sospechosos, aunque aún es incierto el nivel de esa relación. “Fernández podría haber tenido una relación más íntima” dijo ayer una fuente, aunque el dato aún es materia de investigación.

El Fiat Uno de Bordón y una motocicleta de Fernández fueron secuestrados y están a disposición de los investigadores, debido a que también serán analizados.

Los familiares de la víctima deberán reconocer ahora varios elementos que fueron secuestrados en ambas viviendas, y que podrían ser de Giselle.

Comentá la nota