Última semana: ¿campaña o guerra?

Última semana: ¿campaña o guerra?

El tramo final de la campaña electoral se pone candente de todos lados. Unos rompen carteles, otros amedrentan en las redes sociales y todos quieren lo mismo. El poder.

El jueves a las 00:00 horas será el día en el que respiremos un poco de publicidad comercial y no tanta política. La campaña política se termina, al menos en los medios audiovisuales y gráficos, pero no así en las redes sociales, donde los muchachos y muchachas están a pleno. ¿Hay campaña sucia?, a pesar de que los candidatos dicen que no, si la hay, ya se observaron carteles rotos, pero lo de siempre, “nadie fue” y desde los distintos sectores se hacen el “Poncio Pilatos” repudiando esos actos y desligándose de la situación. Al que le quepa el poncho…

Pareciera que sacar trapitos al sol, de cómo estaciona uno, de donde vive el otro, de con quien habla, con quien no fuera más importante que lo que realmente hace a la democracia. Y pareciera también, que la gente no se diera cuenta del poder que se le concede cada dos años, muchas veces desperdiciando la oportunidad de ELEGIR al representante de la gobernación que dirigirá los destinos durante al menos 1460 días.  

El voto es muchas veces el canje que uno tiene para decir “estoy cansado de esto”; “me gusta aquello”; “prefiero lo otro”. Una vez escuche a alguno decir que cada minuto hay una queja en contra de la gobernación, sea de funcionarios del oficialismo o de aquellos que cumplen tareas desde la oposición. Hay para todos. No importa de dónde, seguramente en Mar Chiquita también suceda. Si hacemos matemáticamente esa frase, son cada cuatro años, 1460 días, de los que se desprenden 35040 horas, multiplicadas por 60 minutos cada hora, tenemos 2 millones, 102 mil 400 minutos. ¿Muchas quejas no?... Eso es lo que espera canjear cada votante y ese es el poder que tiene. Dentro del cuarto oscuro no mira nadie, son mitos, sépanlo, nosotros somos quienes decidimos y debemos tener en claro que un voto hace la diferencia a nivel local.

Otras veces también oí que alguno dice “yo lo voté a este porque si no, no lo iba a votar nadie” cosa que no creo que esté bien, porque la misma persona está diciendo indirectamente que le importa poco el acto cívico, y volvemos a la cuenta matemática. Por ello cada elector debe estar seguro de lo que quiere para los próximos cuatro años.

Tras todo esto, volvemos a la campaña actual. Claro está que todos los sectores quieren ganar, pero ¿a cambio de qué? O ¿Qué precio están dispuestos a pagar por ello?, no hablo de dinero, sino de costo político, social o mediático. Todos sabemos quién maneja más dinero y quien menos para la campaña, incluso también sabemos quiénes tienen cuentas corrientes en corralones para esta campaña, pero eso no quiere decir bajo ningún punto de vista que se cometan actos vandálicos. Si estamos en democracia, respetémosla y démosle el lugar que se merece. La gente será en fin quien decida que funcionario se mueve o cual se queda en los sillones del municipio. Entonces deberíamos analizar desde nuestro punto de vista, hablando de cada uno de los lectores, si los políticos están haciendo campaña para el electorado o guerra fría por conveniencia. 

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