Aunque la tregua lleva la firma de Poroshenko, el anuncio lo realizó el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien junto con su par francés, Jean-Marc Ayrault, oficiaron de promotores del acuerdo. 

"Esta medianoche entrará en vigor un cese del fuego y se prolongará durante una semana. Espero que podamos pasar de una tregua frágil a otra más estable", aseguró Steinmeier en una conferencia de prensa en Kiev, junto a su par francés y al canciller ucraniano, Pavel Klimkin, según la agencia de noticias EFE.

El nuevo acuerdo se conoció apenas un día después de que tanto el Ejército como las milicias separatistas pro rusos, que desde mediados de 2014 controlan parte de dos provincias orientales, denunciaron al otro bando de violar una tregua sellada a fines de agosto y en vigencia desde el 1 de septiembre pasado.

Según ambos lados denunciaron el martes, tres soldados y tres milicianos murieron por constantes violaciones a esa tregua sólo en las últimas horas.

Hace varias semanas que Francia y Alemania reclaman públicamente a Rusia, el principal aliado extranjero de los rebeldes ucranianos, que presione a los separatistas para garantizar un cese de fuego real. 

Esta presión parece haber resultado porque el martes los líderes de los gobiernos separatistas de las provincias en conflicto, Donetsk y Lugansk, anunciaron su primera tregua unilateral.

 Alexander Zajarchenko e Igor Plotnitski, respectivamente, explicaron que tomaron la decisión como un "gesto de buena voluntad" y una forma de apoyar los acuerdos de paz de Minsk.

Con la nueva tregua anunciada este miércoles, Alemania y Francia esperan poder relanzar el diálogo de paz. 

En la conferencia de prensa en Kiev, Ayrault volvió a insistir a sus socios en Kiev que aprueben una ley que otorgue un estatus especial a las zonas bajo control separatista y otra que garantice unas elecciones en esos territorios pro rusos. 

Al mismo tiempo, la hoja de ruta de Minsk establece la declaración de una amnistía para todos los involucrados en el conflicto.

Pese al avance diplomático de este miércoles, el canciller ucraniano, Klimkin, dejó en claro que la rivalidad de su gobierno -en el poder tras el derrocamiento popular de un Ejecutivo pro ruso en febrero de 2014- con Rusia sigue tan vigente como el primer día.