Por Nelson Fernández

MONTEVIDEO.- Irrita a los taxistas. Los enloquece. Molesta a las autoridades. Satisface a los clientes. Entusiasma a choferes que buscan un trabajo de tiempo completo o un ingreso extra a su empleo. Y da tema a los medios, a las tertulias y debates de prensa. Uber entró en Uruguay y armó un revuelo.La Argentina parece que recorrerá un camino similar .

Desde el 19 de noviembre, Uber da el servicio en Montevideo y alrededores, lo que ha generado protestas de la organización de patrones de taxímetros, con algunas reacciones violentas contra choferes vinculados a esa plataforma, e incluso contra jerarcas de la compañía.

"No comparto los hechos de violencia", dijo el intendente capitalino Daniel Martínez, quien se manifestó contrario a la operativa de Uber pero que cuestionó la actitud de los taxistas.

Agregó que Uber "se está riendo de las reglas del juego que tienen muchísimos años" y calificó a la compañía internacional de tener una actitud patotera.

Eso fue luego que Uber quisiera hacer publicidad en el desfile de Llamadas, candombe en carnaval, y los inspectores municipales les quitaron las pancartas a las comparsas que llevaban ese auspicio.

La Intendencia está molesta porque Uber comenzó a dar el servicio sin esperar aval o reglamentaciones.

Los taxistas han preferido otro camino, como rodear a un coche de Uber y tenerlo secuestrado hasta que llegara la policía. "Están robando nuestro trabajo, los tienen que detener", decían patrones de taxistas antes las cámaras de TV.

Pero los propios taxistas han volcado parte de sus clientes a Uber con varios paros de actividades, en general por casos de inseguridad pública. Ante la falta de transporte, aumentó la demanda de Uber y eso llevó a que la plataforma tenga tarifa más cara para esos días en que los pedidos se multiplican.

El gobierno ha tenido diversas reacciones, tanto en lo departamental de Montevideo como a nivel nacional. Y ya circula un borrador de proyecto de ley para obligar a Uber y a plataformas similares a que se ajusten a normativa tributaria y de legislación laboral.

Uber juega con el tiempo, y con la aceptación de los clientes. Sus coches son más cómodos que los taxis, el servicio es con una atención que luce muy amable, y el precio es más barato que el tradicional.

El empresario Álvaro Moré, conocido en el ámbito de la publicidad, ha sido uno de los más entusiastas defensores de Uber, y de otros servicios similares. Fue el primero que advirtió sobre este fenómeno. "Uber es una plataforma, pero también es un modelo de negocios que se traslada a todas la industrias, por lo que debemos esperar que en cada una de nuestras industrias aparezca una plataforma de este tipo, y nos compita: a todos nos llega nuestro Uber", dijo Moré a LA NACION.

El presidente del Centro de Propietarios de Automóviles con Taxímetro del Uruguay, Oscar Dourado, se puso al frente de la cruzada contra Uber y reclama al gobierno que lo prohíba.

El presidente Tabaré Vázquez encargó un proyecto que implica sanciones para las empresas que no cumplan con las reglamentaciones laborales y el pago de impuestos. Y que incluso puede bloquear cuentas bancarias de los que usan el servicio para cobrar trabajo por Uber.

En tanto, Moré, que preside la agencia Young & Rubicam, dijo que lo Uber o similares, "no es una moda, sino que es un modelo que se vino para quedarse , que ya es global, que es exitoso, y que desintermedia, porque la plataforma es un intermediario, que cobra y cobra bastante, arancel".

"Estamos en una transición con todas las incomodidades que eso supone", agregó More que ha estudiado estos fenómenos vinculados a diversos servicios.

Mientras, en Montevideo se hace común escuchar a gente que se vuelva a Uber y que elogia su servicio.

El periodista local Federico Comesaña contó a través de twitter un caso que le llamó la atención este domingo: "Me tomé un taxi; el conductor, cansado de la patronal, medidas sindicales y la inseguridad, me dijo: La semana que viene me paso a Uber".