Más de 60 alumnos de la especialidad Química de la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 3 de Mar del Plata, junto a varios docentes, cumplieron ayer la primera jornada de campo en el marco del proyecto Arroyo La Tapera.

En ese contexto, estuvieron desde las 9 y las 15 en el lago de Parque Camet -donde desemboca el arroyo La Tapera- realizando un relevamiento, saneamiento y cualificación de residuos. Asimismo tomaron 8 muestras para análisis químico y bacteriológico. Como todos los años, encontraron una gran cantidad de residuos, entre ellos algunos voluminosos y extraños.

En total, llenaron más de 100 bolsas de consorcio, con numerosos desperdicios, en general plásticos y otros objetos no envolsables como más de 10 cubiertas de automóvil, camión y tractores, estructuras de madera, una silla de comer de bebes, un kayak y un tubo de GNC. Por ello debieron llamar a la policía para su secuestro y disposición. Para la tarea, los chicos se sirvieron de palos con un gancho, con los que "pescaron" gran cantidad de residuos. Para otros, en tanto, se necesitó la colaboración de varias personas.

En cuanto al trabajo químico, midieron parámetros como temperatura, pH, nivel de oxígeno, solidos totales disueltos, sulfitos, dureza total, cloruros y alcalinidad total. Con estos datos, más las muestras tomadas, continuarán el trabajo en los laboratorios de la escuela.

Participaron de la actividad los estudiantes de 4º, 5º, 6º y 7º año, 4 egresados y 6 docentes en actividad y dos jubilados.

Vale recordar que estas jornadas se iniciaron como idea de los alumnos luego de verificar la calidad del agua (de regular a mala) y analizar las posibles causas que afectan dicha calidad.

"Los jóvenes pueden hacer cosas buenas y preocuparse por su comunidad y los grandes debemos tomar nota de ello y no arrojar residuos a la vía pública porque ahora sabemos dónde terminan y como afectan la calidad no solo del agua del Lago de Camet o el Arroyo La tapera sino también nuestras playas, dado que el lago desemboca en el mar" reflexionó el coordinador del proyecto, profesor Roberto de Miguel.