Los avances de la ciencia no han logrado derrotar a la tuberculosis, una enfermedad antigua que sigue vigente y de hecho es endémica en Argentina. 

En Mendoza se producen 150 nuevos casos por año mientras que en 2014 se produjo un incremento. Desde el Ministerio de Salud lo atribuyen a una labor más eficiente por parte del Programa Provincial que se ocupa del tema y que ha logrado detectar más afectados. 

Se trata de una enfermedad asociada a las condiciones de pobreza ya que la mala alimentación y el hacinamiento favorecen el contagio. Por ese motivo, el norte del país concentra más cantidad de casos que en total son en torno a 12 mil en todo el territorio de los cuales alrededor de 800 no sobreviven.

La mitad de los nuevos enfermos se da en la población en edad productiva (20 a 44 años). Será también por esa causa que es una patología estigmatizante y motivo de vergüenza, asociada a ciertos sectores sociales desde siempre. Sin embargo, no hay edad, género ni condición económica que excluya la posibilidad de padecerla; afecta a todos por igual. 

El neumonólogo Ramón Alchapar, ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y Jefe de Servicio de Hospital Lencinas relató que hace cuatro décadas la gente llamaba el médico de noche para que no se supiera de su afección. También reconoció que la acumulación de casos en un determinado lugar es un indicador de pobreza. 

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y contagiosa, causada por un microbio llamado Bacilo de Koch. Afecta generalmente a los pulmones pero también puede comprometer cualquier parte del cuerpo humano. El contagio se produce de persona a persona: cuando el paciente tose, estornuda o escupe, la bacteria queda en el ambiente y es aspirada por quienes comparten el espacio con él. Por eso, el contacto diario por más de 4 horas con una persona enferma en lugares cerrados y poco ventilados, aumenta el riesgo de contagio. De allí su vinculación con el hacinamiento. 

Obstáculos

"Se desarrolla en un determinado contexto de riesgo ambiental, social, sanitario e individual, por lo que su incidencia es prevenible y curable. La diabetes y el VIH/sida, sumados a desnutrición, alcoholismo, drogadicción, condiciones precarias y tratamientos con determinados fármacos inmunodepresores, son factores que exacerban la virulencia del bacilo infectante y llevan al desarrollo de formas más graves", alerta la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) .

Según informó esta organización, el impacto en la salud global es continuo y va en aumento. 

En un documento hizo referencia al último informe realizado por la Organización Mundial de la Salud en 2014. Allí se estima que se registran 9 millones de casos nuevos por año en el mundo, se calculan otros 3 millones no detectados y 1 millón y medio de muertes (el 60% son hombres y 13% VIH positivos).

También sostiene que "los pacientes pediátricos que habitan en condiciones precarias son doblemente víctimas debido a la falta de prevención y a la demora en el diagnóstico".

Tanto la comunidad médica como los mismos pacientes subestiman su existencia por lo que es bastante habitual que se llegue al tratamiento en estadíos avanzados y, por ende, con peor diagnóstico y evolución. 

Una de cada tres personas en todo el mundo tiene tuberculosis latente, es decir que están infectadas pero no presentan síntomas ni contagian. Por otra parte, se estima que 10% de las personas que toman contacto con la bacteria desarrollan la enfermedad. Sin embargo, 95% de los casos tomados a tiempo logran recuperarse. De allí la importancia del diagnóstico temprano. Una alimentación inadecuada, especialmente reducida en proteínas y no necesariamente vinculada a la falta de recursos económicos, puede ser un factor de riesgo. 

Un simple examen de flemas permite detectar la variedad pulmonar, pero la falta de adherencia al tratamiento es otro de los obstáculos para su control. Es que suelen requerirse varios medicamentos por un período prolongado -alrededor de 6 meses- por lo cual muchos pacientes lo abandonan. 

Vacunación gratuita contra las formas más graves

Hoy se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis que apunta a aumentar la concientización sobre los problemas relacionados con esta enfermedad y sus soluciones y apoyar los esfuerzos mundiales encaminados a controlarla. La OMS estableció como meta para 2035 la eliminación de la enfermedad como problema sanitario.

Bajo el lema "Detectemos la TB. Tratemos la TB. Trabajemos juntos para eliminar la TB", el evento conmemora la fecha en que el doctor Robert Koch anunció, en 1882, su descubrimiento del bacilo causante de la tuberculosis, el Mycobacterium tuberculosis. Sus principales síntomas son: tos y catarro de más de 15 días de evolución. Pérdida de peso. Cansancio y fiebre.

La vacuna BCG protege contra las formas graves de la enfermedad, como son la tuberculosis miliar y la meningitis tuberculosa y se coloca a los recién nacidos. En la Argentina es gratuita y obligatoria así como el tratamiento en caso de contagio.