Tropezar dos veces con la misma piedra

Tropezar dos veces con la misma piedra

Por: Jorge Lanata.

La oposición encontró un punto débil y avanza con la avidez de los tiburones. Es muy difícil hacer política intentando crear una "épica" de las boletas.

El gobierno volvió a tropezar con la misma piedra. Como si se tratara de una especie de “secta de las tarifas” elevó a categoría religiosa algo que bien pudo manejar en la arena política. Y no se trata solamente, como dicen algunos, de un “problema de comunicación”. No hay maneras buenas de comunicar medidas malas; tarde o temprano la gente las advierte. De los diez mandamientos anunciados por Cambiemos las circunstancias ya llevaron a que se cambiaran nueve. Pero las tarifas no pasarán: se pasó de la lluvia de dólares a algunos chubascos aislados, la independencia del Central quedó acaso como un chiste privado, las previsiones de inflación se convirtieron en expresiones de deseos, pero el ritmo de ajuste tarifario sigue inscripto en piedra.

La oposición encontró un punto débil y avanza con la avidez de los tiburones; ni siquiera van a las audiencias, porque en el fondo saben que se esta discutiendo lo que parece y no lo que en el fondo es. El gobierno discute como si estuviera en un congreso científico y no en un match de boxeo, mientras su base de sustentación política se separa cada vez más (¿Alguno de los votantes naturales de Macri habla bien de esta administración?). Y para colmo, aunque lograra ganar esta batalla perdida tampoco llegaría un Plan Marshall: en en enero de este año el propio ministro Dietrich reconoció que a pesar de los incrementos previstos del boleto de trenes y colectivos no se hará una reducción significativa del total de los subsidios del área. El monto total será de 94 mil millones, una cifra muy similar a la de 2017. En el caso de la energía la reducción sí sería más importante, pero el problema es que mientras los subsidios económicos subieron 30 mil millones los programas nacionales de educación,salud,vivienda, saneamiento y desarrollo social provincial subieron 33 mil millones.

Como en un juego de baldosas flojas, la discusión por las tarifas dejo al descubierto el escándalo de los impuestos locales que se adhieren a la tarifa de la luz que, ante la amenaza de un corte, nadie dejará de pagar. Hay provincias y municipios que cobran “tasa de ambulancias”, o de “sepelios”. Un llamado a Radio Mitre desde Concordia le puso esta semana un número a este delirio: los locales pagan 62% más de impuestos sobre la tarifa de la luz. Un estudio de www.econlink.com.ar detalla los agregados en la provincia de Buenos Aires:

-Impuesto al Valor Agregado

-Contribución municipal

-Contribución Provincial

-Impuesto Pcia de Bs As leyes 7290/67 y 8016/73 -

Fondo Pcia de Bs As ley 9038

-Fondo Provincia de Santa Cruz ley 23681

-Cargo Res Se 745/05 estabilizado

-A cuenta ajuste anual FEP

La carga tributaria llega al 37% del valor de la tarifa, un 27% del valor de la factura.

Esta ejercicio de imponer tributos locales no se trata de republicanismo y autonomía; es más parecido a una banda que pone barreras donde nadie las reclama y cobra peaje para pasar por ellas. Algo pasa en un país donde el principal problema político son la tarifas de gas y luz, y todo el mundo hace planes para antes o después del Mundial. Es difícil hacer política intentando crear una “épica” de las boletas.

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