Fue la primera postal, post 22-N, de una difusa unidad peronista. Por mérito de Mauricio Macri, con sus tarifazos, y de la crisis de seguridad que atribuyen a Cristian Ritondo, ministro de María Eugenia Vidal, el PJ territorial de Buenos Aires montó ayer un show repleto de simbolismos y mensajes que perfila un pacto de oposición al PRO. 

El punto de encuentro fue, en sí mismo, una señal. Alcaldes y legisladores confluyeron en Ituzaingó, distrito que gobierna hace dos décadas Alberto Descalzo, y que la semana pasada ardió con estallidos callejeros. Delegados de todas las tribus del peronismo de Buenos Aires pactaron ese destino para expresarle su respaldo a Descalzo contra lo que definieron como "una operación que armó Ritondo".

El episodio no es casual: en el PJ hablan de "falsas protestas" y "maniobras orquestadas" contra dirigentes peronistas como la ola de secuestros que se registró en Lomas de Zamora luego de que Martín Insaurralde dejó de aportar fondos para logística de la Bonaerense, una denuncia en San Antonio de Areco y la difusión de una supuesta epidemia sanitaria en Berazategui.

En ese paquete se incluyó, además, la referencia a que el Gobierno agitó la versión de que dirigentes del conurbano armaban un plan de desestabilización y se apuntó a Fernando Espinoza, jefe político de La Matanza, y a Jorge Ferraresi, cacique de Avellaneda, y vice del Instituto Patria, uno de los territoriales con mayor y mejor llegada a Cristina de Kirchner.

La presencia, ayer, de Ferraresi, Patricio Mussi y Mario Secco, tres orbitales de Cristina, aportó el pliegue político. La sensación que cruzó la cumbre fue que esos alcaldes, que la semana pasada se vieron con la expresidenta, asistieron porque habría recibido la indicación o sugerencia de confluir con los otros actores del PJ. En la misma clave se lee la concurrencia Walter Festa, alcalde de Moreno y legisladores como Lauro Grande y Juan Manuel Pignocco, todos del convulsionado planeta camporista.

Con eso, todas las tribus peronistas estuvieron presentes. El G-12 donde confluyen Gabriel Katopodis, Martín Insaurralde, Mariano Cascallares, Ariel Sujarchuk y, entre otros, Juan De Jesús, peronistas del interior como Francisco "Paco" Durañona, Walter Abarca, Marcelo "Patón" Torres y Sergio Berni, los históricos Descalzo y Julio Pereyra, y eje Matanza-PJ bonaerense de Espinoza y Verónica Magario.

Convulsiones

La confluencia de estos clanes tomó, como regla no escrita, dejar de lado los puntos que generan diferencias y tensión para enfocarse en los acuerdos. En cierto modo, la cumbre de Ituzaingó puede aparecer como el instante en que el peronismo se juntó y clausuró la etapa en que algunos ensayaron una macrismo blue. El tarifazo, que pega en varios planos en el conurbano, y la crisis policial son los dos elementos primordiales de ese giro. Veamos.

•Los alcaldes impulsaron, en su momento, la tarifa social para los clubes de barrio y luego, junto a legisladores PJ, los fallos que suspendieron los aumentos en gas y electricidad. "El malestar con los aumentos nos supera a nosotros. No solo suben las tarifas sino que eso impacta sobre el consumo" explicaron desde un distrito del conurbano sur y validaron desde uno del oeste donde hay un alerta intenso por el sector pyme al que perjudica, además, la apertura de importaciones. Los alcaldes advierten sobre el malestar y las quejas y, al margen de advertir al Gobierno -el interlocutor es Rogelio Frigerio- potencian y alimentan las asambleas y protestas sectoriales.

•Pero el asunto más de fondo se vincula a la seguridad. Un grupo de intendentes empezó a redactar un proyecto osado: que Vidal transfiera a los municipios el presupuesto, el personal y la logística de la Policía Bonaerense para evitar que haya, como en la actualidad, dos fuerzas superpuestas en un mismo territorio: la Policía Local y la Bonaeresne, lo que genera conflictos entre los uniformados y se convirtió en un factor de disputa entre los intendentes y Ritondo. Al ministro le atribuyen impulsar, a pedido de la cúpula policial que encabeza Pablo Bressi, un plan para que la Bonaerense absorba las policías locales. Ante eso, la contraofensiva de los intendentes es bosquejar un proyecto para que la Policía provincial no intervenga en cuestiones de prevención y se enfoque sólo en los delitos complejos. "Si Macri le dio la Policía y los fondos a Larreta en la Capital, Vidal debería hacer lo mismo con los municipios, al menos los más grandes" dicen los intendentes del PJ. Si ese texto avanza será el primer desafío abierto contra Vidal a quien, sin embargo, los alcaldes proponer "ayudar" aunque en paralelo confronten con su ministro de Seguridad. De hecho, reconocen que la gobernadora los recibe y les da respuesta. Ayer, en un aparte, se montó un operativo para que la provincia asista a Moreno donde Festa no tiene fondos para pagar los aguinaldos. En paralelo, esta semana Vidal recibirá a Mussi y a Durañona, entre otros.