Triaca empezó a negociar el proyecto de blanqueo laboral con los empresarios

Triaca empezó a negociar el proyecto de blanqueo laboral con los empresarios

Se reunió con técnicos de las principales cámaras del sector privado. El proyecto se conocería en un mes.

El viernes último Daniel Funes de Rioja, vice de la UIA y con la batuta en el departamento laboral de la entidad de los industriales, tuvo la confirmación de que el ministro de Trabajo iría a la UIA. Y ayer se concretó la visita, pero Jorge Triaca asistió a una reunión mucho más amplia de lo imaginada: estaban los técnicos de la Unión Industrial pero también los del resto del grupo de los Seis que incluye al Comercio, la Construcción, los bancos, la Bolsa y la Sociedad Rural. Blanqueo y ART fueron el centro de la conversación.

Triaca les llevó la buena noticia. Les dijo que tras la ley de ART y la implementación de comisiones médicas bajaron un 20% los reclamos. Los empresarios de comprometieron a empujar desde sus cámaras que la normativa específica de la ley de ART sea aplicada en cada provincia.

Luego fue el turno del blanqueo laboral que impulsa el Gobierno, tal como adelantó Clarín el domingo. Triaca les aseguró que esperaba consensuar primero el tema con ellos y con la CGT. Y les contó que buscan sumar unos 300.000 trabajadores formales por año.

El proyecto de Trabajo se presentaría en un mes, según trascendió. Es que la intención del oficialismo es abrir este debate cuando baje la espuma del conflicto gremial, algo que en la Casa Rosada no ven posible hasta que no pase la elección de Suteba, el 17 de mayo, que mantiene tensa la pelea docente. Pero plantear el tema ya es una forma de buscar retomar el control de la agenda sindical.

En el encuentro, que se extendió 90 minutos en la sede de la UIA , se habló del costo laboral, que los empresarios consideran excesivo.

Los empresarios describieron lo que significa la competencia desleal con quienes tienen a sus trabajadores en negro. Reclamaron un incentivo o un premio a quienes cumplen.

Fue Funes de Rioja quien expuso que “con estas cargas laborales tan altas, no hay garantía que tras el blanqueo se vuelva luego a emplear en negro. Paguemos menos aportes pero paguemos todos”.

Una de las fórmulas que busca la UIA en este nuevo blanqueo es lo que se acordó en el acuerdo que se firmó la semana pasada con industriales y sindicatos del sector textil y del calzado. Esto es, tomar los impuestos al trabajo como pago a cuenta de otros impuestos como Ganancias.

De acuerdo a los técnicos del Grupo de los Seis, de cada 100 pesos de salario nominal, el trabajador recibe $ 84 y el empleados paga de su bolsillo $ 175, que si se añaden otros impuestos sube a $ 200.

A Triaca le dijeron “que el blanqueo laboral es indispensable y que éste es el momento de lanzarlo, justo cuando empieza la recuperación de la economía”. De acuerdo a datos de Trabajo la informalidad alcanza a 4,5 millones de personas, promedia el 35% en el país, pero trepa hasta el 60% en el NOA y en el NEA.

 

Pero el ministro fue tajante frente a la presión por la reducción de los costos laborales. Les dijo que “Argentina no se puede dar el lujo de desfinanciar el sistema de la seguridad social”. E insistió en la necesidad de un perdón fiscal, más que moratoria.

Al respecto, las partes coincidieron en la necesidad de que haya un mayor control del pago de los aportes previsionales.

Los empresarios también mencionaron la posibilidad de regímenes de corresponsabilidad gremial como los que existen en algunas economías regionales que alivian el costo laboral.

En el Gobierno saben que entre los empresarios no hay una única opinión acerca de la instrumentación del blanqueo. Tampoco entre los gremialistas. Por ejemplo, la CAME, que agrupa a comercios y pequeñas industrias, sostiene que un perdón fiscal laboral sólo debe aplicarse a las pymes.

Es una posición en la que también coinciden los sindicatos más poderosos. “Es importante que el Estado comience a pensar opciones para permitir un blanqueo sin costos retroactivos para la pymes”, han señalado con obvia intención de excluir a las empresas grandes.

Pero la presencia de Triaca en la UIA marca que será más amplio y generalizado. Por cierto, la figura del ministro ayer en la tradicional sede de avenida de Mayo fue también una señal hacia el interior de la entidad empresaria. Fue un gesto que habló del poder de convocatoria de Funes de Rioja, candidato a presidir la UIA este año en una sucesión que se concretaría después de las elecciones legislativas de octubre.

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