Si multiplicamos por dos los votos del FPV a intendente faltarán todavía diez puntos para alcanzar el porcentaje que sacó Miguel Lunghi. La diferencia, de 33 puntos, es fenomenal. Significa un respaldo contundente que no proviene del marketing, sino de acción y solución de problemas. Los números, claro está, no eximen de críticas pasadas y futuras al lunghismo, pero advierten que a un 57% no hay con qué darle.

Pablo Bossio y Aníbal Fernández fueron los candidatos de unas derrotas sin precedentes para el peronismo. El primero tiene mucho camino por recorrer y deberá demostrar que, sin su hermano, puede tener vuelo propio. El tiempo dirá.

En Provincia, María Eugenia Vidal representa una novedad. Porque tiene 42, es mujer y destronó al PJ después de 28 años. Su desafío político es considerable: tras décadas de demonización del peronismo tendrá que demostrar que los graves problemas del territorio bonaerense no se solucionaban por culpa de los varones del conurbano. Que, como ella dice, se puede.

Por último, parece que el rechazo al kirchnerismo causará que la mayoría vote en segunda vuelta a Mauricio Macri. Esto, en Argentina, tiene su lógica: demasiados costos laborales, derechos, vacunas, científicos, trabajo, Estado, política y críticas al poder real. Transnacional.