Éste distrito del oeste de la Provincia es popularmente conocido por su preocupación por el medio ambiente. Inclusive, en su momento, Trenque Lauquen fue catalogada como la “ciudad ecológica”. Sin embargo, lejos de la propuesta municipal de “EcoTrenque”, que se convirtió en un caballito de batalla electoral, el intendente de Cambiemos Miguel Ángel Fernández hace oídos sordos al reclamo por contaminación en “Las Tunas”.

El penal local de régimen abierto no cuenta con sistema alguno de tratamiento de líquidos cloacales, a excepción de un pozo negro para la guardia. De este modo, los desechos generales de la cárcel son vertidos en un pozo a cielo abierto, en el fondo del establecimiento. Cuando éste se impermeabiliza, se contrata una retro excavadora para remover las paredes impermeabilizadas del pozo y agrandar su capacidad.

Además de  representar una grave violación a la Ley 5965, a sus decretos reglamentarios y a las resoluciones del Autoridad del Agua (ADA), las que prohíbe al Estado  y a particulares el vuelco de efluentes sin el debido tratamiento, pone  en serio riesgo la salud de los habitantes del lugar y la consabida degradación de los acuíferos.

Según le explicó a NOVA un ex agente de Sanidad Penitenciaria (que no quiso dar a conocer su identidad por miedo a represalias),  lo que agrava esta violación a las leyes y resoluciones vigentes, es que el pozo a cielo abierto está a escasos metros de una Escuela Rural, la que capta su agua de las napas freáticas, con el gravísimo riesgo y exposición de ser o estar contaminada con el vertido de los líquidos provenientes de la Unidad; situación que debe conocer el jefe comunal por ser médico.

A pesar de las quejas de la comunidad por el olor nauseabundo y la invasión de roedores en las adyacencias del penal, ni la Provincia ni el Municipio se hicieron eco del reclamo, ninguneando el desesperado pedido de un pueblo rural a la altura del Kilómetro 443 de la Ruta Nacional N° 5.

Mientras las cárceles se caen a pedazos  y miles de penitenciarios quedaron en la calle (cuando los mafiosos siguen en sus sillones), la gestión de María Eugenia Vidal no para de sumar desprolijidades y hechos de corrupción en la órbita del Servicio, dependiente del ministro de Justicia Gustavo Ferrari y el interventor Fernando Rozas, acusados de una oscura red de negociados.