Fueron 30 horas sin servicio. Hubo decenas de quejas y una noche de furia -la del viernes- incluida. Ayer los trenes del Sarmiento volvieron a correr, pero el clima de indignación entre pasajeros puede repetirse. Desde Trenes Argentinos Operaciones, la empresa estatal que gestiona los ferrocarriles, no descartan inconvenientes en el funcionamiento.

“Hasta que los cables no sean reemplazados puede haber problemas”, dijo Marcelo Orfila, presidente de la operadora a Clarín. Los cables de alta tensión a los que se refirió Orfila son los que el viernes alrededor de las 19 sufrieron una falla que dejó el ramal que une Once y Moreno paralizado. El tendido en conflicto, según dijo, data de 1935 y 1980 y está recubierto con papel impregnado en aceite, una técnica vieja para darle durabilidad.

La obra de sustitución del sistema de conducción eléctrica en ese tramo se hará durante la semana. Mientras tanto, para evitar situaciones como la del viernes a la noche, cuando ante la interrupción pasajeros tiraron piedras contra las boleterías y quemaron basura en la estación Castelar, el servicio de emergencia de colectivos permanecerá listo para suplir al tren si es necesario. El tramo que podría verse más afectado es el que va de Castelar a Moreno.

Desde Trenes Argentinos Operaciones dijeron que el reemplazo de los cables dañados estaba programado, pero debido a las lluvias de la semana pasada se retrasó. Y desde los gremios hablan de una falla que comenzó el jueves y se agravó el viernes cuando los cables ya no soportaron la demanda eléctrica.

El tren Sarmiento transporta 180 mil personas por día. Sus pasajeros son los más sufridos de toda la red de ferrocarriles. La tragedia de Once, que dejó 51 muertos, entre ellos una embarazada, está en el inconsciente de todos ellos. María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, quien murió en el choque y cuyo cuerpo apareció dos días después, escribió el sábado en Twitter: “¿Qué pasa con el Sarmiento? ¡La gente no tiene manera de volver! Es el cuento de no acabar”. Ese día una vecina de Ramos Mejía le dijo a Clarín: “Me pregunto cuándo dejaremos de padecer con este servicio”.