"El tren iba mucho más rápido de lo habitual", declararon los pasajeros en el juicio oral sobre la tragedia de Castelar

Dos pasajeras, testigos del juicio oral que investiga la tragedia de Castelar, que causó tres muertos y cientos de heridos, aseguraron hoy que el tren en el que viajaban iba muy rápido, mucho más de lo habitual, y que no percibieron que frenara en ningún momento antes del impacto.

“El tren iba muy rápido, mucho más rápido que de costumbre. Como iba un poco retrasada pensé que entonces iba a llegar bien a mi trabajo”, dijo Sandra Martínez, quien todos los días viajaba en el tren de la Línea Sarmiento, de Flores a Ituzaingó y ese día se había sentado en segundo coche.

La mujer aseguró también que “el tren no se tomaba el tiempo para frenar cuando debía detenerse en las estaciones y que en cambio lo hacía bruscamente, lo que provocaba que ella se cayera hacia adelante".

“Cuando el tren chocó me caí en un hueco, se cortó la luz, y cuando me ayudaron a salir me llevaron al primer coche donde había otras tres mujeres y cuatro hombres. Nunca vi al motorman ni al guarda. Me pregunto por qué, si a mí y a los que estaban conmigo nos pasó de todo, a él no. ¿Dónde estaba él?”, dijo Martínez.

En tanto, la testigo Isabel Margarita Gontad coincidió en que el tren al que ella subió en Flores “iba a demasiada velocidad”.

Por el hecho hay un solo imputado: se llama Daniel Alberto López, y es el motorman del tren (Chapa 1) que impactó ese día a las 7.05 contra otra formación (Chapa 19) detenida cerca de la estación Castelar“Yo estaba en el segundo o tercer coche. No pude sacar un carrito que llevaba con mis cosas porque quedó todo retorcido entre los caños del tren. Era de noche, en el tren se había cortado la luz", sostuvo Gonta, que sufrió traumatismos en todo el cuerpo y un desgarro en la pierna, que la dejó inmovilizada.

La mujer señaló que por trabajo tuvo que volver a viajar cotidianamente en ese tren y que nunca más experimentó que el tren “circulara tan rápido como ese día”.

El abogado de la querella, Gregorio Dalbón, dijo a Télam al finalizar la segunda audiencia del juicio oral que investiga el trágico choque de trenes en Castelar el 13 de junio de 2013 que están "cada más cerca de demostrar que este hecho no fue casual”.

“Esto no fue casual, fue perpetrado para que ocurriera y eso lo vamos a demostrar. Si logramos sacar a la luz lo que ese día ocurrió el estrago culposo pasará a ser estrago doloso, lo que implica una pena de 8 a 25 años de prisión.

Por el hecho hay un solo imputado: se llama Daniel Alberto López, y es el motorman del tren (Chapa 1) que impactó ese día a las 7.05 contra otra formación (Chapa 19) detenida cerca de la estación Castelar.

Durante la primera audiencia del juicio, el jueves pasado, López había dicho que “los frenos no le respondieron, ni siquiera el freno de emergencia lo hizo. Cuando me di cuenta me volví a sentar e intenté frenar otra vez al menos para hacer que la colisión no fuera tan fuerte”.

Un total de 11 testigos declararon en esta segunda audiencia: tres familiares de víctimas fatales y ocho que a su vez son querellantes; dos de ellos pasajeros del tren que conducía López, que embistió al que estaba detenido cerca de Castelar.

Los seis restantes, que viajaban en el tren que estaba detenido, coincidieron en que el tren paraba habitualmente en ese lugar, cerca del paso a nivel de Zapiola, a metros de la estación Castelar.

Todos declararon que el día del choque sintieron una explosión muy fuerte, que "volaron por el aire" y que se quedaron encerrados en el tren con la luz apagada, que algunos rompieron los vidrios para saltar fuera de la formación mientras otros gritaban pidiendo ayuda.

A diferencia del tren que los embistió, el que estaba detenido llevaba gente parada y estaba lleno de pasajeros que terminaron caídos unos sobre otros, atrapados entre los asientos.

El juicio a cargo de los magistrados Daniel Alberto Cisneros, Daniel Antonio Petrone  y Diego Leif Guardia comenzó el pasado 17 de diciembre y hoy tuvo su segunda audiencia, que pasó a un cuarto intermedio hasta el 2 de febrero a las 9.30., en Ugarte 1736, de Olivos.

Se prevé que declaren en total  unos 200 testigos, entre ellos empresarios y sindicalistas; aunque la fiscalía, a cargo de Alberto Gentilli, y la querella pidieron desistir de 98, “para no extender el juicio innecesariamente”.

La abogada defensora Karina Karabelnicoff se opuso a tal pedido “por considerar que el juicio oral debe dar lugar a que se escuchen a todos los testigos” y el tribunal deberá decidir si le da lugar al pedido de la querella, lo que se conocerá en febrero, cuando se retomen las audiencias.

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