El primer episodio ocurrió hace dos semanas, cuando Wanda y una amiga fueron al conocido boliche, pero no pudieron ingresar luego de que le pidieran una identificación, a pesar de ser ambas claramente mayores de edad. Wanda llevaba su DNI, pero no así su amiga. 

Al regresar una semana después, a su amiga le volvieron a negar el ingreso, a pesar de que llevaba el comprobante de que tenía su documento en trámite. “Lo único que le faltaba era el plástico. Yo después ingresé, pero en la taquilla me dijeron que saliera”, relató Wanda.

“Salí, llamé a la policía, le pedí que me levanta un acta, la cual no me quisieron levantar. Me dijeron que me dirigiera a Jefatura, a la parte de adicionales. Me dijo que él no me podía levantar un acta. Después al efectivo que estaba en la puerta le pedí que se identificara, porque tiene la obligación de identificarse, y no me decía nada, se quedaba callado”, continuó. 

A raíz de esto, y de otro hecho vivido por ella y otros miembros de su comunidad en otros boliches de la provincia, Wanda decidió ayer radicar una denuncia en el Inadi. “Yo voy a hacer lo que corresponde”, concluyó la chica trans.