"Hay trasnochados del kirchnerismo que quieren destituir a Macri"

Estratega legal del PRO en Diputados, anticipa los proyectos para combatir la corrupción empresaria.

Abogado de profesión, Daniel Lipovetzky acompaña a Mauricio Macri desde sus inicios en la política y cuando llegaron al Gobierno le tocó presidir la estratégica Comisión de Legislación General en una Cámara de Diputados dominada por la oposición. Pero aún así pudo sancionar leyes claves para el Gobierno. 

Claro que este año los acuerdos son más difíciles. Lipovetzky se preocupa por los "sectores radicalizados" del kirchnerismo que promueven la salida anticipada de Macri, pide la renuncia de Gils Carbó, cuestiona la difusión de las escuchas de Cristina Kirchner, protesta contra el paro de la CGT y se anima a criticar Julio Garro, intendente macrista de La Plata, su ciudad. "No juntó la mejor gente y por eso le cuesta avanzar. Pero está a tiempo de cambiar", lo desafió. 

-Todavía no hubo sesiones ordinarias este año y en 2016 terminamos con récord de leyes ¿Por qué tan distinto?

 

 

 

 

 

 

-Porque es un escenario más complicado. Al haber un año electoral, cuesta más conseguir consensos para sesionar. Nosotros hemos propuesto una agenda de trabajo a los bloques de la oposición que de alguna manera busque avanzar en las legislaciones de menor impacto político, pero que sean importantes para la gente y de ese modo destrabar la situación. 

Estamos en proceso de negociación. Creía que a esta altura de marzo tendríamos una sesión realizada y no lo pudimos hacer, pero no descarto que podamos tener una sesión el 19 y alguna más antes de que comience la campaña electoral, cuando va a ser mucho más difícil.

 

-¿La negociación para una agenda común empezó? La oposición dice que no.

 

-Empezó y hay algunos proyectos dando vueltas. Algunos en los que tengo intervención, como la ley antidiscriminatoria, que soy uno de sus autores. La actual es de 1988 y necesita una modernización. La ley de la quita de responsabilidad parental para casos de femicidio, que no debería tener obstáculos y no he podido llevarla al recinto todavía. Son solamente dos ejemplos. 

El problema es que hay algunos bloques de la oposición que no quieren quedar pegados a votar con el oficialismo en un contexto electoral. Creo que es un error porque si sacamos una ley beneficiosa para la gente, será la gente la que valorará tanto al oficialismo como a los bloques que acompañen. Como valoraron a los bloques de la oposición que al año pasado trabajaron en busca de consensos: el Frente Renovador y el Bloque justicialista. 

 

-¿Qué imagen prevalece en el PRO, la del Frente Renovador de diciembre votando junto al resto de la oposición? ¿O el de los primeros 10 meses?

 

-Yo creo que el Frente Renovador con el tema de la ley de Ganancias cometió un error. Sacarse una foto con Kicilllof y Recalde fue un error, porque era el sector que nunca había querido avanzar en la reforma de Ganancias. Igual, yo sigo destacando la participación de estos dos bloques. Por supuesto tenemos diferencias: ellos pueden verse con algún punto en común con representantes del Gobierno anterior. Y nosotros no.

 

-El proyecto de responsabilidad penal empresaria empezó a tratarse en la comisión de legislación penal, que usted preside. ¿Cuándo sería sancionada? ¿Por qué al Gobierno le interesa esta ley?

 

-Es una ley que deberíamos tener. Uruguay, Chile y Brasil la tienen. Si uno quiere tener una decisión de lucha contra la corrupción, necesita de alguna manera endurecer las penas para los funcionarios corruptos y para eso le agregamos facultades a los jueces como con la ley del arrepentido. Pero también sancionar a las empresas que son parte del delito de cohecho. 

-Hay dos proyectos relevantes que pasan por sus manos. La baja de comisiones a las tarjetas, que están en el Senado y la regulación de los alquileres. ¿Qué puede decir de cada uno?

 

-La ley de tarjeta de crédito la trabajamos mucho el año pasado, para bajar las comisiones por una ley, porque en definitiva las comisiones actuales están reguladas por ley. Por lo tanto, más allá de la decisión del Banco Central (Sturzenegger las bajó sin esperar la ley), deberíamos bajar las comisiones, pero por ley.

 

Para eso propiciamos un proyecto que tuvo media sanción de Diputados, que además fomentaba la competencia entre tarjetas. Obligaba a que las empresas de comercialización como Prisma tengan competencia. Ahora tienen condiciones casi monopólicas. Está en el Senado y espero que lo traten.

 

Sobre la ley de alquileres hay un proyecto que vino con media sanción del Senado, que tiene muchas cosas buenas. Apunta a bajar los costos que tienen los inquilinos para poder alquilar, lo que es necesario porque en Argentina hay más de dos millones e inquilinos. 

La ley que regula los alquileres es clave porque apunta a beneficiar a los sectores de clase media baja, que en este período de transición han sido los más afectados. En la Argentina hay más de dos millones de inquilinos.

 

Es un tema que involucra a un sector de clase media baja, que son los que en este período de transición han sido más afectados y por lo tanto deberíamos apuntar a una serie de políticas para fortalecerlo y creo que el tema inquilinos es uno.

 

Seguramente lo plasmaremos en un proyecto de ley para incorporar al que vino del Senado con promociones impositivas para la construcción de viviendas para alquilar.

 

Creo que deberíamos pensar en atar los valores de alquileres para vivienda (no los comerciales) a un índice de variación salarial y no al precio de consumidor. Porque eso va a darles seguridad a los inquilinos de que el alquiler irá aumentando de acuerdo a lo que aumente los sueldos. Y eso creo que es un punto importante que el proyecto del Senado no lo prevé.

-El año pasado no se pudo avanzar con una reforma del Ministerio Público, que terminaba con el mandato de Alejandra Gils Carbó. ¿Es un tema perdido o se puede retomar? Hay pedidos de juicio político contra la procuradora, pero no tienen número para aprobarlos.

 

-La procuradora debería haber renunciado, cuando hubo un cambio de Gobierno, porque no fue aséptica desde lo político partidario. Lamentablemente Gils Carbó no lo hizo y por lo tanto la posibilidad de juicio político es una. No es difícil por las causales, porque hubo manejos para acomodar fiscales, que eran nombrados en una provincia y traídos acá de manera caprichosa para manejar algunas causa. 

 

Pero es difícil encontrar la cantidad de votos para avanzar. Respecto a la reforma del Ministerio Público, todos estos proyectos son difíciles de aprobar. Nos han costado mucho otros proyectos como el tema del traspaso de la justicia de la Nación a la Ciudad. Igual, creo que la ley de reforma del Ministerio Público hay que hacerla. Más allá de eso, en este año electoral lo veo complicado.

 

-¿Qué balance hace de su participación en la bicameral de inteligencia? Si bien su contenido es secreto muchas visitas como la del director de la AFI, Gustavo Arribas, se hicieron públicas.

 

- Tenemos una función de contralor, que nos hace meternos en un mundo desconocido para mí, que es el mundo de la inteligencia. Y creo que el primer año fue de aprendizaje, de ver cómo funciona, de entender que no sólo se controla la inteligencia de la AFI sino la de otras fuerzas.

 

Encontrar que hubo alguna fuerza que tuvo un presupuesto altísimo de inteligencia como el ejército en la época de (el ex jefe César) Milani. Y también de alguna manera ver cómo está el proceso de las escuchas, que ahora aparecen en los medios. La verdad que eso no está bueno, más allá de que muchas son escuchas que la dejan mal parada a la ex presidenta. Si bien derivan de una orden judicial, no me parece bien que aparezcan en los medios.

La verdad que no está bueno que las escuchas parezcan en los medios, si bien dejan parada a la ex presidenta. Me parece que son cosas que hay que investigar y por eso decidimos crear una subcomisión.

 

De alguna manera hay que investigar porque ocurre y por eso que en la última reunión se decidió crear una subcomisión para investigar el tema.

 

Pero la agenda de la comisión no debería ser sólo el control, sino poner el eje en la seguridad de los argentinos y en ese sentido volver a trabajar en una ley antiterrorista es importante. Brasil antes de los Juegos Olímpicos tuvo una ley nueva y nosotros deberíamos hacer lo mismo.

 

-Sufrieron muchas denuncias de corrupción este año: Las cuentas de Arribas, el acuerdo por el Correo, Avianca, Flybondi ¿Qué impacto tuvieron en el Gobierno?

 

-La actitud del Gobierno es buena, porque salieron los funcionarios a dar las explicaciones que correspondían. No negamos los temas. Los explicamos.

 

Y de alguna manera cuando vimos que a pesar de la explicación había que frenar, el propio Presidente decidió no avanzar y eso fue muy sano. Muchas veces se lo criticó por haber cambiado una decisión. Creo que habla bien de él, porque nosotros en la vida cambiamos un montón de veces de decisión.

 

Pasa que estamos acostumbrados al Gobierno anterior que nunca cambiaba, pese a que había denuncias terribles como los casos de Hotesur y Los Sauces y aún así Aerolíneas le seguía alquilando habitaciones a Cristina.

 

Me parece bien que ahora se actúe distinto, más allá de que el procedimiento que se hizo con el Correo, tiene que ver con la ley de quiebras. Claro, uno es abogado y lo puede entender pero para la gente común es casi inentendible y de ahí me parece que elPpresidente estuvo bien en decir paremos la mano, agotemos todos los caminos para que haya la mayor transparencia posible. Fue una decisión muy sabia.

Polarización y golpismo

 

-¿Los cruces de Marcos Peña con el kirchnerismo en el recinto fueron el principio de un año de polarización?

 

-La respuesta de Marcos fueron generadas por la propia actitud de falta de respeto de los diputados kirchneristas, con quienes en algunos casos tengo buen vínculo en lo personal, pero si hay algo que realmente no los entiendo es como tienen esa actitud agresiva y prepotente y de falta de respeto.

 

Sobre todo en su Gobierno hacían todo lo contrario a lo que hizo Marcos Peña: Los jefes de gabinete no venían y si venían no respondían. Es una de las cosas que más critico de ellos. Se han olvidado de las barbaridades que hicieron desde lo institucional. Y ahora lo siguen haciendo desde la oposición.

 

La polarización, más allá que la busquemos, se va a dar naturalmente. Quedó claro en la manifestación del 1 de abril, cuando la gente también salió a mostrar que nunca más quieren una manera de gobernar como la del kirchnerismo. Que no quieren interrupciones institucionales y agresiones. Y eso había parecido en declaraciones que hubo en al previa de Hebe de Bonafini y de Pablo Michelli, que decía que no iban a parar hasta voltear el plan económico. O de un miembro del triunvirato de la CGT como Daer que había recibido presiones destituyentes. O los helicópteros pintados de amarillo. Creo que la gente salió contra eso.

 

Y fue una muy buena reacción, porque en las interrupciones institucionales en Argentina siempre el que pierde es el pueblo. 1976 y 2001 fueron dos cosas distintas, pero la que perdió fue la gente. 

 

Y me parece que en este caso, claramente, el kirchnerismo radicalizado, que representa la ex presidenta, está buscando impunidad ante causas judiciales en las que ella está muy complicada, como el procesamiento de Los Sauces.

 

-El 24 de marzo hubo ruido en el bloque por una foto de varios de ustedes con carteles que decían "Nunca más a los negocios con los derechos humanos" y "Nunca más a interrupciones del orden democrático"

 

-La foto iba acompañada de una declaración del bloque y fui uno de lo que la redacté, donde reivindicábamos la "Memoria, verdad y justicia" y "Nunca más" a los golpes cívicos militares como el del 24 de marzo de 1976.

 

Y la verdad lo que quisimos decir es que esta fecha es buena para recordar, pero también para dar una señal de cosas que no deben volver a suceder en Argentina. Una es la interrupción de los procesos constitucionales y otra es quienes en nombre de los derechos humanos hicieron negocios personales, como pasó con "Sueños Compartidos".

 

-¿Creen acaso que hay alguna posibilidad de interrupción del orden democrático?

 

-La posibilidad de interrupción es mínima pero nunca hay que subestimarla.

 

-¿Si es mínima porqué la advierten?

 

-Porque nunca hay que subestimarla. Yo recuerdo que en 1975 muchos decían que venía el golpe y otros lo subestimaban. Mi padre era de la parte de la izquierda que no quería el golpe. Por eso cuando hay una señal, hay que ser muy duro y muy claro y poner el eje en esto: Siempre las interrupciones institucionales el que pierde es el pueblo. Por eso no hay que seguir a los trasnochados.

La posibilidad de una interrupción del mandato de Macri es mínima pero nunca hay que subestimarla. Yo recuerdo que en 1975 muchos advertían que venía un golpe y otros lo subestimaban.

 

-¿Esos trasnochados son sectores del kirchnerismo?

 

-Si claramente. Del kirchnerismo radicalizado. Hay un sector que alienta a eso y hay una parte muy pequeña de la población que lo compra. El otro día fui a dar una charla a un local en La Plata del PRO. Hacía calor y la dimos en la vereda, en 17 y 48. Y mientras estábamos hablando pasó una señora a los gritos "Se van a ir en helicóptero". Yo le decía "Usted es golpista". Ahí se ve un sector de la sociedad que compra el discurso de estos trasnochados. Por eso hay que ser muy claros: el que alienta la interrupción del orden constitucional está atentando contra la voluntad del pueblo.

Paro nacional y elecciones 

 

-¿Podrían haber evitado el paro de la CGT?

 

-Se hubiera podido evitar si la dirigencia de la CGT hubiera tenido voluntad de hacerlo. Nosotros hubiéramos querido evitarlo y el ministro Triaca está en contacto permanente con los dirigentes. Pero había una decisión política de hacerlo, post marcha de hace un mes. La mejor muestra de esto es que no hubo un reclamo puntual.

 

-Hablaron de despidos y de caída de la actividad industrial

 

-Pero no hay un dato contundente, como hubiera sido que el desempleo superara los dos dígitos. Las huelgas deberían ser medidas excepcionalísimas, porque lamentablemente en Argentina nunca terminan ayudando.

 

Pero es bueno recordar que en Argentina los últimos paros fueron por reclamos puntuales, como mínimo no imponible de Ganancias. Hoy no lo podrían hacer porque el Gobierno resolvió el tema el año pasado. Otro fue la devolución de los fondos para las obras sociales. Tampoco podrían hacerlo.

 

Por lo tanto no hay reclamos puntuales, más allá de una opinión política que amerite un paro general, que es una decisión excepcionalísima. Hay un montón de medidas que afectarían menos al país.

 

-¿Cómo fue su convivencia con Héctor Daer en la Comisión de Legislación laboral? El año pasado casi no pudieron emitir dictámenes.

 

-Es una Comisión difícil, porque claramente hay un montón de proyectos impulsados por el kirchnerismo que no avanzaron nunca y que ahora estando en la oposición los quieren sacar. Con Daer me llevo bien. Tiene vocación de diálogo. Es un gran dirigente, pero sectorial y a veces se equivoca como en la decisión del paro. Rescato su defensa de los trabajadores.

 

-¿Imagina una elección de la provincia con pesos pesados como Carrió, Massa o Cristina Kirchner? ¿O más liviana con Randazzo o Scioli, Gladys González y Malena Galmarini y Stolbizer?

 

-Puede darse un mix. Pienso que la provincia va a tener candidatos fuetes porque es la clave. Si preguntas quien fue el ganador de 2009 vas a decir De Naváez. Y en 2013 Massa. Es una elección importante, por eso hay que poner al mejor candidato, que no siempre es el que tiene más nombre. Creo que en la campaña va a tener una importante participación Vidal, que es una gran gobernadora y será muy valorada por su gestión y su presencia.

 

-¿Con ella alcanza para ganar?

 

-Si logramos que la mejora de los números macroeconómicos se trasmita en el bolsillo de la gente la ganamos con tranquilidad. Si no, se va a dar ese escenario de polarización, donde la gente tendrá que elegir entre dos modelos de hacer política, más que dos modelos económicos.

 

-¿Será difícil seguir con un Congreso en minoría?

 

-Vamos a crecer indefectiblemente. Vamos a tener más diputados y más senadores. Vamos tener que seguir en la búsqueda de consenso para aprobar las leyes, pero 2018 no será un año electoral y será más fácil trabajar. Si logramos un triunfo y sumamos muchos diputados va a ser más fácil encontrar los aliados posibles

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